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El alcoholismo triplica el riesgo de demencia.

 

El alcoholismo triplica el riesgo de demencia y duplica el de padecer Alzheimer, según una nueva investigación realizada a partir de datos exhaustivos de hospitalizaciones en Francia entre 2008 y 2013. El estudio estableció una clara relación entre el alcoholismo y estas enfermedades. Los resultados se publican en The Lancet Public Health. 

Además de los problemas hepáticos, cardiovasculares y cancerosos, las demencias se añaden al lote de secuelas del alcoholismo. De media, los trastornos por consumo de alcohol acortan la esperanza de vida en más de 20 años, y la demencia es una de las principales causas de muerte prematura para los alcohólicos, señala un comunicado del Centre for Addiction and Mental Health. 

Un consumo excesivo de alcohol, correspondiente a seis vasos o más al día para los hombres y cuatro vasos para las mujeres, está asociado a una triplicación del riesgo de contraer algún tipo de demencia. 

Estas demencias incluyen la locura senil antes de los 65 años y a otras directamente relacionadas con el consumo de alcohol, como la conocida como síndrome de Korsakoff o psicosis de Korsakoff, las demencias vasculares que derivan en daños cerebrales y las demencias neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. 

Los investigadores analizaron archivos de hospitalización de 31,6 millones de adultos durante cinco años. De este total de adultos, 2,3 millones estaban afectados de demencia y 950.000 de ellos eran alcohólicos con un 85% de dependencia a la bebida. 

Después de excluir a las demencias atribuibles a otras patologías, los investigadores encontraron un consumo excesivo de alcohol en el 57% de los pacientes que padecían una demencia precoz, de las cuales sólo el 8% se habían presentado después de los 65 años. 

Para el conjunto de adultos hospitalizados en ese período, la tasa de alcoholismo se manifestaba en el 6,2% de los hombres y en el 1,5% de las mujeres.

 

Peor que el tabaquismo o la hipertensión 

Según el análisis de esta cohorte, el alcoholismo puede ser considerado un factor de riesgo más importante que el tabaquismo o la hipertensión arterial. Para los investigadores, el exceso de alcohol puede precipitar la aparición de estas enfermedades y acelerar su progresión aumentando los daños estructurales y funcionales del cerebro. 

En consecuencia, sugieren nuevas medidas para reducir el riesgo de demencias en la población, con el consecuente costo que representa para los servicios de salud. El estudio pone de manifiesto también la necesidad de trabajar socialmente sobre las bases de la salud. 

Los autores señalan que la detección, las intervenciones para controlar el consumo excesivo y el tratamiento para los trastornos derivados del alcoholismo, se deben implementar para reducir la importancia del consumo de alcohol en la aparición de la demencia en la sociedad. 

Finalmente, los investigadores comentan que los datos utilizados en el estudio son imperfectos porque no se recogieron en función de esta investigación, por lo que no reflejan el grado de consumo de alcohol necesario para determinar a partir de qué momento se eleva el riesgo de demencia. 

Sin embargo, añaden que el volumen de datos manejado en esta investigación es suficiente para suplir estas imperfecciones y establecer con meridiana claridad que el consumo excesivo de alcohol, además de los daños conocidos, aumenta el riesgo de contraer diversos tipos de demencia, especialmente la precoz demencia senil y el Alzheimer.

 

Fuente: www.tendencias21.net