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Grifols logra ralentizar el progreso del alzhéimer con el recambio de plasma.

 

La multinacional de hemoderivados Grifols ha presentado este sábado los resultados de un ensayo clínico que demuestra una ralentización del 61% en la progresión del alzhéimer en pacientes de estadio moderado, ofreciendo una posible nueva vía de tratamiento contra esta enfermedad neurodegenerativa.

El ensayo, denominado Ambar (Alzheimer Management By Albumin Replacement), ha contado con la participación de 496 pacientes y ha consistido en la combinación de la extracción periódica de plasma y su sustitución por una solución de albúmina, una proteína plasmática.

Este tratamiento se basa en la hipótesis de que la mayoría de la beta-amiloide, una de las proteínas que se acumula en el cerebro de las personas con alzhéimer, circula en el plasma ligado a la albúmina.

La extracción de este plasma podría desplazar la beta-amiloide del cerebro hacia el plasma, limitando el impacto de esta enfermedad en las funciones cognitivas del paciente.

 

Mejora de la capacidad cognitiva

Según Grifols, en la población de pacientes con alzhéimer en estadio moderado los resultados han demostrado, con significación estadística, una ralentización del 61% en la progresión de la enfermedad, mejorando tanto la capacidad cognitiva como de desarrollo de actividades cotidianas.

En el grupo de pacientes con alzhéimer en estadio leve los resultados también sugieren una ralentización en el progreso de la enfermedad, aunque no se alcanza una significación estadística.

El presidente de Grifols, Víctor Grifols, sostiene que estos resultados «abren una nueva vía en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer» y remarca que su compañía «seguirá explorando el potencial de las proteínas plasmáticas y del recambio plasmático en estudios posteriores».

Preguntado por qué la empresa inició estudios de investigación para frenar el progreso del Alzheimer, el presidente del grupo ha sido tajante: «Hicimos esta investigación para que nos dedicamos a esto». Grifols ha asegurado que no han querido patentar la nueva terapia que han desarrollado porque consideran que el Alzheimer «es una enfermedad bastante grave». «Evidentemente queremos sacar un rédito económico […], pero queremos que todo el mundo pueda disfrutar», comentó.

Ambar es un ensayo clínico internacional, multicéntrico y doble ciego (los pacientes no saben si han recibido tratamiento o placebo) en el que han participado cerca de medio millar de enfermos de alzhéimer en estado leve y moderado de entre 55 y 85 años de 41 hospitales europeos y estadounidenses. 

 

Font: Efe i www.ara.cat