.El Primer enigma, El precio del bate de béisbol y la pelota:
Las prisas y las ansias de resolver un problema lo más rápido posible son malas consejeras. Un pequeño tropiezo, un enigma sin demasiada complejidad, pueden convertirse, con una facilidad inusitada, en la fechoría más enrevesada.
Este enigma es algo tan sencillo y evidente que puede costar de ver, por estar la solución tan cerca de nuestros ojos. El enunciado pedía a los lectores el precio justo de un bate y una pelota de béisbol. El valor de ambos era de 1,10 y el único que se sabía es que el bate cuesta un euro más que la pelota.
La respuesta que genera de buenas a primeras es la que el bate cuesta un euro y la pelota cuesta 10 céntimos, sumando así los 1,10 euros. El problema, sin embargo, es que si fuera así, la diferencia de precio entre ambos objetos sería de 90 céntimos.
Para que la diferencia sea de un euro entero, como reza el enigma, el precio justo del bate debe ser de 1,05 euros. El balón, por tanto, sólo costaría 5 céntimos. La dificultad del problema, de nuevo, sólo está determinada por la prisa que le queramos dar a la solución.
.El Segundo enigma, Interruptores y luces:
Teníamos tres interruptores en la planta baja de una casa y una en el ático. Como lo hacemos para determinar qué clave enciende la luz? Para resolver la cuestión basta con analizar el problema desde el pensamiento lateral.
Lo más habitual es centrarse en los interruptores. Enciendo uno o enciendo dos y subo a ver si tengo suerte o enciendo 3. Pero lo que en realidad hace falta es fijarse en la luz.
La idea es la siguiente. Se activa una de las palancas y se deja unos minutos (3,4,5) encendida. Después se apaga y se enciende otra que se deja conectada mientras subimos en el ático.
Si al llegar a la parte superior de la casa nos encontramos con la bombilla dando luz ya sabemos qué clave es la correcta. Si está apagada, tendremos que tocar el vidrio. Si está caliente, la solución al problema es el interruptor que hemos encendido primero y que hemos dejado un rato funcionando. Si está fría, la conclusión es que la respuesta correcta es la clavija que nunca hemos tocado.
.El Tercer y último enigma, El reyezuelo y las cajas:
El planteamiento era el siguiente: un rey (o el presidente de una república, que ya estamos en el siglo XXI) busca marido para su hija. La princesa tiene muchos pretendientes, pero es difícil dilucidar cuál es el más conveniente, así que idea una prueba para descartar aquellos que merecen la mano de su hija. El acertijo es engañosamente simple: el rey pone 3 cajas en una tabla. La primera está hecha de oro, la segunda está hecha de plata, la tercera y última está hecha de bronce. Dentro de una de estas cajas hay una foto de la princesa. En cada caja hay una pequeña inscripción. La de oro dice: «La foto de la princesa está en esta caja», la de plata: «La foto no está en esta caja» y la de bronce: «La foto no está a la de oro». Sólo una de estas frases es cierta y sólo una de las cajas contiene las.
Para resolver el enigma hay que recordar que dos cajas mienten. La de oro anuncia que la foto está, y la de bronce recuerda que la foto no está en la de oro. Esta claro que las dos no pueden ser ciertas o falsas al mismo tiempo, pero una es contraria a la otra. Si cierto es el mensaje adjunto a la caja de oro, falso es el que está en la de plata ( «La foto no está en esta caja»). Si este es falso, quiere decir que la foto si está en la caja plateada, haciendo imposible que la imagen esté en dos cajas vez.
En cambio, si el mensaje de la caja dorada es falso ( «La foto de la princesa está en esta caja») y el de la caja de bronce es cierto ( «La foto no está en la de oro»), el de la caja de plata es también falso, dejando como única opción que la imagen esté dentro de la plateada.
Ergo, por lógica, la caja que dice la verdad es la de bronce, y la fotografía, por lo tanto está dentro de la caja de plata.
Esperamos que os hayan entretenido estos enigmas, tanto durante el tiempo dedicado a pensar en ello, como en el glorioso momento de encontrar la respuesta correcta.
Mañana colgaremos las soluciones de los pasatiempos de la página 37 del boletín. Hasta mañana Sherlock Holmes!
