es
Notícies

‘Fiebre del litio’ en medicina: los avances en alzhéimer impulsan las investigaciones sobre otras enfermedades degenerativas

Harvard ha demostrado que tener más litio revierte el alzhéimer en ratones y previene los efectos del envejecimiento, lo que genera una carrera similar a la que ha despertado el metal como energía renovable.

Harvard dejó boquiabierta a buena parte de la comunidad científica el pasado agosto, cuando publicó en ‘Nature’ las claves de cómo ha conseguido revertir el alzhéimer en ratones. Para ello, los investigadores han usado una vía hasta ahora desconocida en esta enfermedad: el litio, un metal que tiene muchos usos. En nuestro cuerpo regula cómo funcionan las neuronas y la universidad norteamericana ha descubierto que podría ser una de las causas –o efectos– de la enfermedad degenerativa más prevalente en el mundo.

En concreto, han averiguado que la falta de litio está relacionada con el deterioro cognitivo y han ido más allá: han suministrado a ratones una terapia a base de litio que ha frenado el avance de sus lesiones e incluso alguno de los efectos que provoca el envejecimiento en el cerebro. Por tanto, el litio podría ser clave en el desarrollo del alzhéimer y quizá, incluso, podría erigirse en una posible cura: una especie de santo grial frente a una enfermedad que afecta a unos 55 millones de personas en el mundo, a las que les provocas una pérdida de memoria irreversible y, en los casos más severos, les impide llevar una vida normal.

El hallazgo con el alzhéimer desencadenará un ‘boom’ de investigaciones destinadas a replicar el resultado, testarlo en humanos y determinar si es clave en otras enfermedades degenerativas

Un descubrimiento de tal calibre, según la comunidad científica, desencadenará un ‘boom’ de investigaciones destinadas a replicar el descubrimiento, probarlo en humanos y buscar si también es clave en otras demencias y enfermedades degenerativas, y testarlo como posible vía para prevenir el envejecimiento. De hecho, ya se está produciendo una especie de ‘fiebre del litio’ en la medicina similar a la que se ha desencadenado por encontrar este metal esencial para almacenar energía en las baterías de los vehículos eléctricos, ordenadores y móviles. La búsqueda de fuentes de energía alternativa a los combustibles fósiles ha disparado una carrera por este elemento –que se encuentra sobre todo en yacimientos en Sudamérica– similar a la que en el siglo XIX despertó la fiebre por el oro.

El uso del litio en medicina no es nuevo. Existen registros de su uso terapéutico desde el siglo II y en forma de fármaco fue el primer tratamiento contra una enfermedad psiquiátrica. El doctor John Cade demostró en 1949 que las sales de litio son eficaces contra el trastorno bipolar y en la actualidad también se usan en trastornos depresivos, maniacos o esquizofrénicos. Por tanto, las investigaciones en torno al alzhéimer no partirán de cero. Ya se sabe que los suplementos a base de litio se absorben bien por vía oral pero también que es importante controlar la dosis de forma adecuada, ya que un exceso tiene efectos graves: puede provocar síntomas digestivos, neurológicos o fallo renal agudo.

«La investigación de Harvard es un paso de gigante para abrir nuevas líneas de investigación porque demuestra que el litio es una sustancia clave en alzhéimer, lo que abre puertas a encontrar la cura»

Diego Redolar

— Neurocientífico

Optimismo

Por tanto, todavía queda un amplio camino por recorrer y quizá años para saber si el litio es un factor desencadenante del alzhéimer, si puede usarse como terapia y si tiene utilidad en otras enfermedades o frente al envejecimiento. El optimismo, sin embargo, cunde en la comunidad científica. «La investigación de Harvard es un paso de gigante para abrir nuevas líneas de investigación porque demuestra que el litio es una sustancia crítica en alzhéimer, lo que abre puertas a encontrar la cura, aunque se tarden años», apunta Diego Redolar, neurocientífico y profesor de la UOC.

En su opinión, el trabajo estadounidense es clave porque sugiere que en personas con alzhéimer una proteína secuestra la biodisposición de litio, lo que está relacionado con la aparición de las características placas betamiloides –que destruyen las neuronas– y otros efectos relacionados con el deterioro cognitivo. Además, el trabajo demuestra el mecanismo de acción y, por último, desarrolla la terapia que revierte los síntomas.

Los investigadores dieron a los ratones modificados genéticamente para desarrollar alzhéimer un compuesto llamado litio oratato que, a diferencia de otras formulaciones, se absorbe de forma más estable

Porque no basta cualquier suplemento de litio, sino que los investigadores administraron a los ratones modificados genéticamente para desarrollar alzhéimer un compuesto llamado litio oratato que, a diferencia de otras formulaciones, se absorbe de forma más estable y no interfiere en las placas tóxicas típicas de la dolencia. Y la terapia frenó el avance de las lesiones. Además, en ratones sanos, ayudó a conservar las neuronas y sus conexiones, sin causarles, con la formulación indicada, efectos secundarios.

Otras dolencias

Hasta ahora, los tratamientos aprobados recientemente contra la enfermedad y con efectos limitados están diseñados para reducir las placas betamiloides. De ahí la aportación sorprendente del trabajo de Harvard, ya que usa un «nuevo mecanismo» y cada día no se hacen descubrimientos de este tipo en enfermedades sin cura, según Marc Suárez, miembro del Grupo de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología.

Como el párkinson o la ELA pueden tener mecanismos comunes con el alzhéimer, si se descubre un mecanismo neuroprotector, este puede ser útil también frente a otras patologías

Marc Suárez

— Neurólogo

Además, como otras enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, el ELA, «puede tener mecanismos comunes», si se descubre «un mecanismo neuroprotector, este puede ser útil» también frente a otras dolencias o demencias. Mientras que Redolar, que comparte este análisis, apunta a su vez que el litio también podría tener utilidad en otras patologías relacionadas con trastorno del ánimo y las adicciones.

Envejecimiento

Es más controvertido, sin embargo, su posible uso para frenar el envejecimiento. La investigación de Harvard demuestra también que el litio reduce la inflamación que provoca el envejecimiento en ratones y «genera una hipótesis que puede ser estudiada en humanos», según Suárez y Redolar. Sin embargo, Salvador Macip, experto en longevidad y catedrático de la UOC, no lo tiene tan claro. A su juicio, la falta de litio está relacionada con las placas betamiloides, «que parece que chupan el litio que hay en el cerebro», por lo que el déficit de este metal no está relacionado con el envejecimiento global y es difícil, por tanto, que sirva para prevenirlo, sino que únicamente podría tener influencia –aún por demostrar en humanos– en las personas con demencia.

Los expertos advierten a los pacientes de que no se lancen a tomar alimentos o suplementos con litio, puesto que aún no está validado frente al deterioro cognitivo y puede resultar peligroso

Macip es el más cauto de los investigadores consultados. Considera que el trabajo de Harvard es «sorprendente porque señala claramente al litio como participe de los síntomas de alzhéimer, por lo que en un futuro cercano podría, sin duda, dar una opción de tratamiento«. Pero en su opinión, «abre más preguntas que respuestas» y es «poco probable que sirva para encontrar la cura a la enfermedad porque es muy compleja y difícil de solucionar con una sola cosa».

Patricia Martín

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20251026/fiebre-litio-medicina-alzheimer-enfermedades-121361099