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Identifican tres moléculas como causas probables del Alzheimer.

 

Entre las demencias, la más frecuente y agresiva es el Alzheimer, y aunque se describió por primera vez hace poco más de 100 años, no ha existido, hasta ahora, un método para su diagnóstico. Los médicos se guían por los síntomas que presentan los afectados. La única forma de confirmar la presencia de la enfermedad es sólo hasta que se realiza la autopsia. La historia empieza a cambiar.

Médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins lograron identificar tres moléculas con un alto potencial de ser las causantes del padecimiento. Además de la posibilidad de realizar un diagnóstico mediante una tomografía por emisión de positrones (PET), los científicos estarían en camino de diseñar algún tratamiento para el control del trastorno neurológico.

El doctor Dean Wong, experto en radiología, siquiatría y neurociencias, coordina el grupo que lleva a cabo la investigación, la cual inició con 550 moléculas candidatas, las cuales se redujeron a seis y luego quedaron sólo tres. En éstas se comprobó que se unen y encienden ciertas secciones de la proteína Tau.

Se ha comprobado que las alteraciones en la proteína Tau se asocian con muchos trastornos neurodegenerativos, incluido el Alzheimer. Este mal se caracteriza por la aparición en el cerebro de dos estructuras proteicas anómalas: las placas amiloideas y las fibrillas entrelazadas compuestas de la proteína Tau. Estos son los que se conocen como ovillos neurofibrilares: un conglomerado anormal de proteínas que ocasiona en los pacientes la pérdida progresiva de la memoria.

En las etapas avanzadas, los afectados no sólo son incapaces de reconocer a sus familiares, sino que pierden habilidades básicas, como hablar, comer y vestirse.

Los especialistas han señalado que con el Alzheimer, uno de los principales desafíos es observar la formación de la acumulación proteica en tiempo real. Para la investigación, el equipo a cargo de Wong realizó estudios en primates y a partir de los resultados, consideraron viable iniciar pruebas en seres humanos.

El reporte del trabajo se publicó en Journal of Nuclear Medicine de diciembre. Participaron 12 personas con Alzheimer, siete más jóvenes y sanos (de 25 a 38 años de edad) y cinco controles sanos de 50 o más años. A todos se les realizaron estudios PET del cerebro.

También se contó con la participación de seis individuos con controles sanos mayores a los que se realizaron tomografías de cuerpo entero.

El estudio comprobó en diferentes etapas que en personas con Alzheimer se dio la acumulación de las moléculas en la proteína Tau en las zonas del cerebro que se han hallado en estudios de autopsia, mientras que los individuos sin el problema retuvieron poco o nada de los marcadores.

Las regiones cerebrales donde se acumula más la proteína Tau incluyen el lóbulo temporal, el lóbulo parietal y el lóbulo occipital, entre otras; se piensa que la materia gris en el cerebelo de los pacientes con Alzheimer contiene poca o ninguna concentración de esa proteína.

Además del doctor Wong, quien también es director de Obtención de Imágenes Cerebrales por PET de Alta Resolución en el Departamento de Medicina Nuclear de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en el estudio se contó con la participación de expertos en siquiatría y ciencias conductuales del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y otros especialistas en obtención de imágenes.

 

 

fuente: jornada.com