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La forma del cerebro puede ayudar a predecir y prevenir el Alzheimer.

 

El Alzheimer es una enfermedad con múltiples factores de origen que, hoy por hoy, no tiene cura. Sin embargo, los investigadores del Barcelona Beta Research Center (BBRC) de la Fundación Pasqual Maragall han dado un paso más para mejorar la prevención y detección precoz de esta enfermedad neurodegenerativa.

Gracias a un estudio pionero a nivel internacional, los especialistas del BBRC han detectado alteraciones morfológicas cerebrales en personas sanas portadoras del gen que confiere un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, APOE-E4. Es decir, que han encontrado diferencias de forma en partes del cerebro de personas con buena salud pero con riesgo de padecer la enfermedad.

«Hemos visto que las diferencias morfológicas están relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, ya que se presentan en áreas cerebrales como el hipocampo, que es la primera zona del cerebro a sufrir la neurodegeneración», explica el doctor Juan Domingo Gispert, responsable la Unidad de Neuroimagen del BBRC de la Fundación Pasqual Maragall.

El doctor José Luis Molinuevo, director científico del BBRC, considera que «entender estos factores de riesgo permitirá diseñar ensayos clínicos mucho más bien dirigidos a eliminarlos y, desde el punto de vista científico, permitirá entender todos los cambios que preceden a la inicio biológico de la enfermedad «. Con el tiempo, pues, será posible detectar la enfermedad mucho antes de que aparezcan los síntomas clínicos y prevenir su desarrollo.

Asimismo, añade el doctor Gispert, «el estudio podría servir para tener una estimación del riesgo de la enfermedad a nivel individual. Esto permitiría detectar cuál es el riesgo que tiene cada persona [de sufrir Alzheimer] y poder darle indicaciones de qué medidas de prevención son las óptimas para cada caso «. 

 

Un análisis pionera

El estudio de la Fundación Pasqual Maragall, que se publicó ayer en la revista Alzheimer & Dementia: The Journal of the Asociación de Alzheimer ‘, es el más importante que se haya hecho hasta ahora en todo el mundo. Sus resultados han sido posibles gracias a los datos del Estudio Alfa, impulsado el año 2012 con el apoyo de la Fundación Bancaria La Caixa, y que cuenta con la participación de 2.743 voluntarios.

La muestra del Estudio Alfa está formada en su totalidad por adultos sanos, de entre 45 y 75 años, de ambos sexos. Muchos, con familiares que han sufrido Alzheimer, pero no todos. Tampoco todos son portadores del gen APOE-E4, considerado uno de los factores de riesgo más importantes en la aparición de la enfermedad.

Los investigadores del BBRC seleccionaron un total de 533 participantes del Estudio Alfa para someterlos a una resonancia magnética en la Fundación Pasqual Maragall. De los elegidos, 261 no eran portadores del APOE-E4, 207 tenían una copia, y 65 tenían dos. Estos últimos son, pues, los que tienen más probabilidades de padecer Alzheimer, aunque no es seguro.

Estas cifras convierten los experimentos del BBRC en el estudio de neuroimagen con personas con APOE-E4 más grande del mundo y, en especial, con personas con dos copias de ese gen. Es especialmente relevante también el uso de las técnicas de neuroimagen en el estudio. Según sus impulsores, los exitosos resultados de este análisis propiciarán el uso de las resonancias magnéticas y otras técnicas de neuroimagen para detectar los principios del Alzheimer. «Combinar la información genética y la información de imagen nos permitirá saber mejor como indicar a las personas la manera de prevenir la enfermedad», explica el doctor Gispert.

El Alzheimer no es una enfermedad hereditaria en el 99% de los casos, pero sí hay algunos factores genéticos que propician su aparición. Es el caso del gen APOE-E4 que, según los expertos, contribuye a la posibilidad de desarrollar demencia, conjuntamente con otros factores de riesgo. Los genes APOE están presentes en todas las personas, pero está probado que el de tipo E4 está directamente relacionado con la acumulación de la proteína betaamiloide y el deterioro cognitivo.

Otros factores de riesgo, como la edad o la salud cardiovascular, dicen los expertos, pueden reducirse llevando unos hábitos saludables. Según otro estudio realizado, también, por los investigadores del centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, un tercio de los casos de Alzheimer podrían prevenirse con vida sana.

Este tipo de prueba para detectar el impacto de la APOE-E4 no es común en el estado, y en ningún caso se hace con intención de prevenir la enfermedad. Al menos, de momento. «En España no se hace ni se recomienda, porque [APOE-E4] es sólo un factor de riesgo. Si a una persona se le dice que tiene este gen, sólo generamos incertidumbre y no aclaramos nada. Todas las recomendaciones bioéticas dicen que no se debe utilizar el análisis genético de APOE-E4 para un potencial pronóstico [del Alzheimer] «, asegura el doctor Jose Luis Molinuevo.

Se calcula que en España el Alzheimer afecta a 800.000 personas, que sigue sin cuidado y que puede iniciarse hasta 20 años antes de la manifestación de las primeras pérdidas de memoria.

En todo el mundo más de 46 millones de personas sufren demencia, y la mayor parte de los casos son causados por el Alzheimer. Con la esperanza de vida en aumento, la Organización Mundial de la Salud alerta que esta cifra se podría llegar a triplicar el año 2050, y alcanzar niveles de epidemia.

 

 

Fuente: www.ara.cat // TRaducció al castellà: X. R.