En un estudio de personas mayores que no tenían diagnóstico clínico ni signos de demencia al momento de estar hospitalizadas por una fractura de cadera, fueron identificados los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer al analizar sus muestras de líquido cefalorraquídeo.
Los investigadores de la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos, encargados del estudio, aseguran que sus resultados refuerzan hallazgos previos de que los trastornos cerebrales causantes de la falta de equilibrio en las personas mayores pueden ser una justificación del aumento del riesgo de las caídas con fracturas de cadera y de la enfermedad de Alzheimer, y que por ende, la fractura de cadera en sí, podría ser uno de los primeros signos de la enfermedad.
“Hemos estudiado a pacientes sin diagnóstico clínico de demencia, lo que quiere decir que muchos de ellos en nuestro estudio llevaban una vida activa e independiente sin ningún signo evidente de la enfermedad de Alzheimer”, asegura – Esther Oh, docente titular de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y directora adjunta del Centro de Tratamiento para la Memoria y la Enfermedad de Alzheimer
La docente aclaró que su estudio, publicado en la revista científica PLOS ONE, no insinúa que toda persona mayor con una fractura de cadera padece de la enfermedad de Alzheimer ni que ahora se debería analizar el líquido cefalorraquídeo de todos los que se hospitalizan por una fractura así para detectar los biomarcadores.
Pero lo que sí insinúa es que cualquier persona que se va a someter a una reparación quirúrgica de una fractura de cadera después de una caída debería ser monitoreada de cerca por si aparecen signos de delirio postoperatorio u otros problemas mentales o cognoscitivos durante su convalecencia, en vista de que algunas personas pueden tener la enfermedad de Alzheimer subyacente y eso podría hacerlas más vulnerables.
La investigadora también observó que actualmente los médicos están diagnosticando la enfermedad más pronto y que por lo tanto, mucha gente vive por décadas después de eso
Aunque no existe ninguna cura ni tratamiento científicamente comprobado, la detección temprana y la planificación del cuidado pueden mejorar las estrategias para sobrellevar el mal y prolongar el tiempo de vida en forma independiente.
El equipo de investigadores de la doctora Esther Oh planea monitorear a los participantes del estudio durante un año después de cada cirugía con el objetivo de documentar el avance y los puntajes de la Evaluación clínica de demencia.
fuente:www.reporteindigo.com