Además de para una mayor comprensión del mundo animal, los científicos buscan con insistencia evidencia de memoria en no humanos con el fin de investigar enfermedades como el alzhéimer. Ahora, neurocientíficos de la Universidad de Indiana (EE.UU.) han reportado la primera evidencia de que los animales no humanos pueden reproducir mentalmente eventos pasados de la memoria.
Actualmente, la mayoría de los estudios preclínicos sobre los posibles nuevos medicamentos para la enfermedad de Alzheimer examinan cómo los compuestos afectan la memoria espacial, uno de los tipos más fáciles para evaluar en los animales. Pero esta no es la memoria que más debilita la dolencia. La más afectada es la memoria episódica, la capacidad de recordar eventos específicos. Por ejemplo, si una persona pierde las llaves de su auto, puede tratar de recordar cada paso, o «episodio», en su viaje desde el automóvil a su ubicación actual. La capacidad de reproducir estos eventos en orden se conoce como «reproducción de memoria episódica». Según los autores, la gente no sería capaz de dar sentido a la mayoría de los escenarios si no pudieran recordar el orden en que ocurrieron.
Para evaluar la capacidad de los animales para reproducir eventos pasados de memoria, el equipo, que ha publicado sus resultados en Current Biology, pasó casi un año trabajando con 13 ratas, que entrenaron para memorizar una lista de hasta 12 olores diferentes. Los roedores se colocaron dentro de un área con diferentes olores y se les premió cuando identificaron el penúltimo olor o el penúltimo olor de la lista.
El equipo cambió el número de olores en la lista antes de cada prueba para confirmar que los olores se identificaron según su posición en la lista, no solo por el olor, lo que demuestra que los animales confiaban en su capacidad para recordar toda la lista en orden. Se usaron escenarios con diferentes patrones para comunicar a las ratas cuál de las dos opciones se buscaba. Después de su entrenamiento, los animales completaron con éxito su tarea el 87% de las veces en todos los ensayos.
Para los investigadores, los resultados son una fuerte evidencia de que los animales estaban empleando la repetición de memoria episódica. Experimentos adicionales confirmaron que las memorias de las ratas eran duraderas y resistentes a la interferencia de otras memorias, ambas características de la memoria episódica. También realizaron pruebas que suprimieron temporalmente la actividad en el hipocampo, el sitio de la memoria episódica, para confirmar que las ratas usaban esta parte del cerebro para realizar sus tareas.
Uno de los primeros eventos en la enfermedad de Alzheimer es una acumulación anormal de péptido beta amiloide, el cual puede formar grandes placas de amiloide en el cerebro y alterar la función de las sinapsis neuronales, o sea la comunicación entre las neuronas. Hace unos meses, un equipo de investigadores estadounidenses descubrió que el agotamiento gradual de una enzima llamada BACE1 invierte por completo la formación de placas amiloides en los cerebros de ratones con la enfermedad de Alzheimer, mejorando así su función cognitiva. El estudio, publicado en el Journal of Experimental Medicine, despierta la esperanza de que los medicamentos dirigidos a esta enzima puedan tratar con éxito la enfermedad de Alzheimer en humanos.
Beatriz de Vera
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.