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Las personas con Alzheimer pueden disfrutar de las vacaciones aunque no las recuerden, según Fevafa.

 

El Comité de Expertos de la Federación Valenciana de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer (Fevafa), formado en su mayor parte por especialistas en neurología, geriatría, enfermería y psicología, recuerda su guía con las orientaciones necesarias para abordar un viaje o un cambio de rutinas con las personas que padecen Alzheimer, ante la llegada del verano y el periodo vacacional. Hay que tener presente que es probable que la persona afectada no recuerde sus vacaciones pero eso no significa que no hayan sido placenteras y satisfactorias.

Aconsejar, informar y orientar en todo momento a la persona afectada, cuyo estado de la enfermedad sea leve o moderado, sobre el cambio de rutinas, las actividades que se van a realizar y dónde se van a desplazar con el fin de que se sienta lo más cómoda y segura posible, son las premisas básicas.

 

Guía básica alzheimer verano

Durante el viaje o periodo de descanso el equipo disciplinar recomienda realizar cualquier actividad que le resulte agradable a la persona con Alzheimer, como pasear (evitando las horas de mucho sol), salir a comer o ir a la playa. Es importante tener en cuenta las cosas que le gustaba hacer en el pasado y seguro que repitiéndolas se siente bien, señalan los miembros del equipo. No obstante, ante cualquier tipo de duda, hay que consultar siempre a los profesionales específicos.

Con todo ello, el Comité de Expertos destaca también la importancia de que algunos hábitos se mantengan en la medida de lo posible, como por ejemplo los horarios de las comidas o las horas de sueño, ya que la rutina contribuye a facilitar el proceso de adaptación al nuevo entorno.

Otra de las orientaciones de la guía es que hay que tener mucha precaución con el sol y las altas temperaturas propias de esta época ya que las personas con Alzheimer pueden ser especialmente vulnerables por su alteración cognitiva, y pueden no interpretar adecuadamente las señales de su cuerpo, como por ejemplo las sensaciones de calor o sed. Por ello, hay que ofrecer agua y líquidos a menudo para evitar la deshidratación, así como suministrar cremas solares altas que les protejan.

En cuanto a la medicación, se recomienda leer bien los prospectos porque ciertos componentes producen reacciones cutáneas en la exposición al sol. Si es el caso, cubrir la cabeza de la persona afectada con gorros y elegir ropa fresca y cómoda para evitar estas alergias.

 

 

Fuente:http://www.castelloninformacion.com/