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Presentada la «Guía de prevención, detección y derivación de maltratos a personas grandes con alzhéimer y otras demencias » en Esplugues.

 

«Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada diez personas mayores ha sido maltratada. Es una de las formas de violencia más ocultas y desconocidas que hay». Lo explicaba esta mañana César Barrachina, de la Associació de Familiars de Malalts d’Alzheimer (AFA) del Baix Llobregat, ​​en la conferencia sobre la primera guía que aborda de manera específica el maltrato de personas enfermas de Alzheimer y con otras demencias, y que ha iniciado las actividades del Mes de las Personas Mayores de Esplugues.

La presentación, que ha contado también con la presencia de la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, y de la presidenta de la AFA Baix Llobregat, ​​M. Rosa Giner, ha servido para hablar de un tema tabú donde la ignorancia y el desconocimiento terminan haciendo mucho daño a personas que se encuentran en una situación de indefensión y dependencia. «Nadie nace sabiendo cómo se cuida una persona con demencia», comentaba Barrachina, «por ello es imprescindible establecer protocolos. La prevención es muy importante: hay que hacer una mejor sensibilización y formación».

Actualmente, no hay leyes específicas sobre el maltrato a las personas mayores, sino aspectos concretos previstos en el derecho penal o en leyes sobre derechos humanos, de la propiedad, de violencia de género o de salud mental. Editada en dos formatos – más extensa para profesionales y de fácil lectura para familiares y ciudadanía en general- y en catalán y castellano, la guía de la AFA Baix Llobregat quiere ayudar a establecer protocolos para prevenir, detectar y dar herramientas para afrontar estos malos tratos que, según datos oficiales, han aumentado considerablemente.

Según la publicación, la mayor parte de malos tratos a personas mayores se dan en el ámbito familiar y señala factores de riesgo como el agotamiento, la depresión, ser el único cuidador o una mala relación anterior del cuidador con el enfermo, y avisa de señales de alerta como fracturas, desnutrición, miedo, rechazo del contacto físico o falta de higiene personal.

«Es importante cuidar del enfermo, pero también de la persona que lo cuida», dijo M. Rosa Giner ya que para los familiares cuidadores, las probabilidades de sufrir un trastorno mental se multiplican por cuatro debido al sufrimiento y aislamiento que conlleva tener cuidado de un familiar con demencia.

«Deseamos que esta guía pueda ser de mucha utilidad», dijo Pilar Díaz, quien ha recordado que, aunque la ley de dependencia es estatal, en el municipio se pueden solicitar prestaciones económicas y otras ayudas destinadas tanto a quien sufre la enfermedad como a los cuidadores.

 

Font: www.esplugues.cat