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Alzheimer y nutrición: los tres nutrientes que cuentan con mayor apoyo científico.

 

Que si aceite de coco, que si una planta poderosísima del Amazona, que si inflarte a kéfir…la nutrición es el campo por excelencia de la polémica. Y de los vendedores de falsas ilusiones (simplemente timadores en otros tiempos menos políticamente correctos).

Y no es precisamente porque la nutrición importe poco, al contrario, su rol en nuestra salud es tal que da pie a estas situaciones. Pero cuando todas esas afirmaciones se ponen a prueba en investigaciones científicas bien diseñadas, no pasan la evaluación.

El alzhéimer no es la excepción. Diversidad de nutrientes se han asociado a un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa, sin que aún se llegue a conclusiones firmes.

En este artículo vamos a hablarte de los nutrientes que cuentan con más pruebas sobre posibles beneficios, pero siempre ten en cuenta algo: la evidencia no es concluyente, muchos estudios dicen que sí, mientras otros tantos que no. Vamos a conocerlos.

 

Antioxidantes

Entre los más estudiados están las vitaminas E, C y flavonoides. Se sabe que en el cerebro de las personas con alzhéimer el estrés oxidativo está relacionado con el daño que experimentan las neuronas. Conociendo esto ya es fácil sugerir que los antioxidantes pueden tener algún efecto previniendo, incluso tratando la enfermedad de Alzheimer.

De los tres antioxidantes mencionados, la vitamina E y los flavonoides son los que cuentan con mayor apoyo. Se ha encontrado que ratones a los que se ha dado una dieta rica en vitamina E aprenden y retienen mejor la información.

Al probar en seres humanos la suplementación con esta vitamina los resultados son más contradictorios, en especial porque las dosis que parece que se necesitan para lograr algún beneficio son muy elevadas, llegando a provocar efectos indeseados.

Alimentos ricos en vitamina E: almendras, avellanas, semillas de girasol, cacahuetes, brócoli, espinacas

Alimentos ricos en flavonoides: uvas, moras, fresas y tomates

 

Vitaminas B

Un grupo de nutrientes que, de estar en déficit, afectan nuestro cerebro. En este grupo se encuentra el folato (B9) que sintéticamente se encuentra en el popular ácido fólico. Debido a que a medida que envejecemos los niveles de vitaminas B tienden a ser menores, mantener unos niveles saludables es fundamental para nuestra salud cerebral.

Un déficit extremo de vitamina B12 puede provocar síntomas semejantes a la demencia.

Alimentos ricos en folatos: legumbres, espárragos, zumo de naranja

Alimentos ricos en vitamina B12: vísceras como hígado y riñones, almejas, caballas, salmón

 

Ácidos grasos Omega 3

Reyes de la polémica nutricional en el campo del alzhéimer. Con multitud de estudios que dicen que sí funcionan y otros tanto que dicen que no, que no logra tener un efecto protector frente al alzhéimer.

Acaparan tanta atención por un hecho básico: forman parte de las membranas neuronales y nuestro organismo no es capaz de producirlo por sí mismo, sino que debemos obtenerlo de fuentes externas.

Un estudio que siguió durante seis años a un grupo de 6158 residentes de una ciudad de Chicago, en EE.UU, encontró que aquellos que tenían una ingesta más elevada de Omega 3 a través de la dieta, tenían un riesgo menor de desarrollar alzhéimer.

Incluso, las personas que comían en promedio una vez a la semana pescado tenían un riesgo 12% menor de alzhéimer que los individuos que lo comían menos de una vez por semana.

Hasta aquí los nutrientes que cuentan con mayor apoyo, sin que dejen de ser polémicos. Una última observación: si en algo hay consenso, es que los mayores beneficios se logran con los nutrientes que obtienen a través de la dieta, no de complementos sintéticos.

Atiborrarnos a coloridas píldoras a primera hora de la mañana poco hará si al comer, tu plato es más uniforme que la mili. Alimentémonos en clave de salud.

 

Fuente: www.2ti.es,  redacción Titi