Si el deterioro de la memoria en el alzhéimer se supone que comienza entre 10 y 15 años antes de que en realidad los síntomas sean notables para el enfermo y quienes lo rodean, los cambios de personalidad y conducta llegan un poco después, pero igualmente antes de lo que imaginas.
Según una investigación reciente de la prestigiosa Clínica Mayo publicada en la revista Journal of the American Geriatrics Society, los cambios de personalidad comienzan a ocurrir en el periodo de transición del estado presintomático al estado de deterioro cognitivo leve.
Es decir, comienzan a desarrollarse en la fase en que se está pasando de no tener síntomas notables, a comenzar a manifestar síntomas leves de deterioro de la memoria o algún otro proceso cognitivo.
¿Y CUÁLES SON ESOS CAMBIOS DE PERSONALIDAD Y CONDUCTA QUE EXPERIMENTAN LAS PERSONAS CON ALZHÉIMER?
Según lo identificado por los investigadores hay dos factores de personalidad que cambian de forma especial:
Los afectados se vuelven más neuróticos, es decir, más inestables emocionalmente, con poco control sobre los impulsos. Puede que padezcan con más frecuencia de depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Un individuo neurótico tiene una tendencia a responder desproporcionadamente en situaciones cotidianas, llevándole más tiempo volver a un estado de equilibrio.
Disminuye la apertura a la experiencia, mostrándose menos interesados por lo que les rodea y por las novedades, siendo más reticentes a probar nuevas experiencias.
Eso es lo que parece que sucede en la personalidad, ahora bien, ¿cómo se manifiestan esos cambios en la conducta? Pues según los investigadores desde el punto de vista conductual también se experimentan cambios, solo que estos no son notables cotidianamente, sino que se reflejan en pruebas especializadas.
Entre las alteraciones de conducta que los test pudieron detectar estaban:
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Actitudes agresivas
- Depresión
- Somatización
Recordemos que son precisamente esas alteraciones del comportamiento en el alzhéimer las que después se hacen más significativas y tanto estrés añaden a la labor de cuidado.
¿CÓMO LLEGARON A ESAS CONCLUSIONES LOS INVESTIGADORES?
Para este estudio los científicos analizaron los datos que tienen recopilados de 277 personas portadoras del gen apoE4, el factor de riesgo genético de alzhéimer más conocido.
Ser potador de apoE4 no implica que se desarrollará alzhéimer, pero sí que existe más riesgo. Si a eso se le unen cambios cognitivos y conductuales, entonces las posibilidades de desarrollar la enfermedad son muy altas.
Pues bien, en este estudio siguieron durante años a esas personas que tenían el apoE4 y cada dos años les realizaron pruebas neuropsicológicas, incluyendo test de personalidad.
De las 277 personas que comenzaron el estudio sin síntomas de alzhéimer, 25 terminaron desarrollando deterioro cognitivo leve (DCL), una condición en que la persona manifiesta déficits en la memoria y otros procesos cognitivos que, aun siendo evidentes, no llegan a afectar la vida cotidiana del enfermo.
El DCL es en muchos casos un estadio predemencia, es decir, el primer aviso de que un síndrome demencial no está muy lejos.
También te puede interesar leer: Cómo detectar el deterioro cognitivo y por qué es tan importante hacerlo
Después de 7 años de seguimiento, los investigadores notaron que los voluntarios que terminaron desarrollando DCL tenían cambios de personalidad y conducta más marcados que las personas que continuaron libres de deterioro.
Los cambios ya sabes cuáles son, los comentados arriba. Ahora bien, ¿significa esto que si nos realizamos test de personalidad y se detectan cambios como los descritos padeceremos alzhéimer?
En este caso los investigadores realizaron muchas pruebas para tener un margen de seguridad de que se trataba de alzhéimer, no solo los test de personalidad. Incluso, una de las debilidades del estudio es esa, que no pueden estar 100% seguros de que la causa del DCL es alzhéimer.
En el caso de los cambios de personalidad y conducta, estos pueden tener causas muy alejadas de las enfermedades neurodegenerativas y no parece posible que terminen por sí solos siendo un marcador de válido y único para diagnosticar el alzhéimer.
Fuente: infotiti.com