Ya sea solo o mezclado con leche o con otras bebidas, el café expreso proporciona una descarga ultraconcentrada de cafeína a los amantes del café. Pero podría hacer algo más que despertarle.
Mucha gente bebe café a diario, y el expreso es una de sus formas más populares. Para preparar un expreso, se hace pasar agua caliente a través de granos de café finamente molidos, lo que crea un extracto concentrado. A menudo, se utiliza como base para otras bebidas.
Investigaciones recientes han sugerido que el café también podría tener efectos beneficiosos contra ciertas enfermedades neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer.
Aunque los mecanismos exactos que causan estas afecciones aún no están claros, se cree que una proteína llamada tau desempeña un papel importante.
En las personas sanas, las proteínas tau ayudan a estabilizar las estructuras del cerebro, pero cuando se desarrollan ciertas enfermedades, estas proteínas pueden agruparse y formar fibrillas.
Algunos investigadores han planteado que prevenir esta acumulación podría aliviar los síntomas.
Para salir de dudas, un equipo encabezado por Roberto Tira, de la Universidad de Verona en Italia, se propuso comprobar si los compuestos del café expreso podían prevenir la acumulación de tau in vitro.
Los investigadores extrajeron granos de café expreso comprado en la tienda y caracterizaron su composición química mediante espectroscopia de resonancia magnética nuclear.
Eligieron la cafeína y la trigonelina, ambos alcaloides, el flavonoide genisteína y la teobromina, un compuesto que también se encuentra en el chocolate, para centrarse en otros experimentos. Estas sustancias, en combinación con el extracto completo del café expreso, se incubaron junto a una forma abreviada de la proteína tau durante un máximo de 40 horas. A medida que aumentaba la concentración de extracto del café expreso, de cafeína o de genisteína, las fibrillas eran más cortas y no formaban láminas más grandes.
El extracto completo mostraba los resultados más espectaculares. Se comprobó que las fibrillas acortadas no eran tóxicas para las células y que no actuaban como “semillas” para una mayor acumulación.
En otros experimentos, los investigadores observaron que tanto la cafeína como el extracto de café expreso podían unirse a las fibrillas tau preformadas. Aunque se necesita mucha más investigación, el equipo afirma que sus hallazgos preliminares in vitro podrían allanar el camino hacia la búsqueda o el diseño de otros compuestos bioactivos contra las enfermedades neurodegenerativas, incluida la de Alzheimer.
El estudio se titula “Espresso coffee mitigates the aggregation and condensation of Alzheimer’s associated tau protein”. Y se ha publicado en la revista académica Journal of Agricultural and Food Chemistry. (Fuente: American Chemical Society)