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«Dame un beso, aunque luego no te acuerdes»

 

El Alzheimer provoca en España entre un 50 y un 60% de situaciones de dependencia, con un riesgo definido por la OMS de doblar los casos cada 20 años.¿Quién cuida de ellos y en qué condiciones?

La familia, especialmente las mujeres de ésta, suele ser la encargada de asumir los cuidados de personas con Alzheimer, al menos en las fases iniciales de la enfermedad, cuando la persona enferma aún tiene suficiente autonomía para poder realizar las actividades de la vida diaria.

El hecho de ver cómo el familiar va perdiendo habilidades y su identidad, a medida que avanza la enfermedad puede provocar en el cuidador principal sentimientos de tristeza, ansiedad e incluso llegar a situaciones de sobrecarga extrema.

Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona crea un instrumento para poder evaluar estas situaciones, antes de llegar a poner en compromiso la salud del cuidador y su calidad de vida. La diferencia de este instrumento con los creados anteriormente es que preventivamente, se centra en las fases iniciales por las que pasa el cuidador, mientras que los creados hasta ahora se centran en fases donde ya se observan síntomas depresivos y de sobrecarga.

Este instrumento intenta incluir todas las variables que puedan llevar a esta sobrecarga, como por ejemplo: que no haya un buen apoyo por parte de la familia, que no se tenga una buena percepción de control sobre el cuidado de su familiar, que empeore la relación con su familiar por los trastornos de conducta que conlleva la enfermedad o la inconveniencia de compartir ciertas preocupaciones con la persona enferma por no generarle una ansiedad innecesaria.

El instrumento también incluye variables que puedan actuar como factor protector para el cuidador, como por ejemplo que haya una buena relación con los demás familiares, que haya una buena organización de los cuidados, que recurran a ayudas externas de Asociaciones de Familiares o que sepan reconocer cuando necesitan un rato para ellos y crear pautas para poder desconectar del cuidado.

Los resultados del instrumento muestran buenos valores estadísticos, con lo que se seguirá investigando en esta dirección. De momento el instrumento seguirá en vías de desarrollo, aunque se puede recurrir a él desde las Asociaciones para utilizarlo como guía para realizar las primeras entrevistes con Cuidadores. Cabe decir que en algunos cuidadores  participantes se observó una fase de negación de la enfermedad de su familiar, aunque se haya recibido el diagnóstico y que el instrumento no tiene la capacidad de detectar.

Es importante incidir que quedarse estancado en esta negación puede conllevar  una mayor sobrecarga y una disminución de la calidad de vida importante, especialmente en fases avanzadas de la enfermedad. Por tanto, en caso de detectar estos casos por parte de las asociaciones, profesionales de la salud, del propio cuidador o de sus familiares, se recomienda trabajar en un buen afrontamiento, entrenando en solución de problemas y afrontamientos centrados en el pensamiento positivo y la búsqueda de apoyo social.

 

«El Alzheimer golpea el cerebro del enfermo y el corazón de los familiares»

Alicia Ruíz, 2001

 

NOTA DE PRENSA del Trabajo de Final de Grado de Noelia Maturano – Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona (2017)- realizado con la col·laboración de, entre otros,  AFA Baix Llobregat.