El estadounidense, licenciado en medicina y psiquiatría, y reconocido experto en neurociencia, es uno de los especiales más influyentes en el mundo de la salud cerebral
Conocido por su estudio del cerebro, ha explicado cómo ciertos alimentos están relacionados con la niebla cerebral, la pérdida de memoria y el declive cognitivo a largo plazo
La relación entre la alimentación y el riesgo de enfermedades cerebrales, como el Alzheimer, ha sido objeto de numerosas investigaciones en los últimos años. Uno de los expertos más destacados en este campo, el Dr. Daniel Amen, ha descubierto importantes hallazgos que han transformado la compresión sobre cómo ciertos alimentos afectan directamente a nuestra cognición y salud cerebral. Según sus investigaciones, los hábitos alimenticios tienen un impacto directo en el riesgo de sufrir, por ejemplo, niebla cerebral, pérdida de memoria o incluso el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas a largo plazo.
“Analizaron a personas que tenían una dieta basada principalmente en grasas, es decir, pescado, aceites saludables, aguacates, nueces y semillas, y tenían un 42% por ciento menos de contraer la enfermedad del Alzheimer”, explica en su vídeo. Esto se debe a los efectos positivos de estos alimentos en la función cerebral, ya que ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la circulación sanguínea, factores claves para mantener una buena salud cognitiva.
En contraste, en el mismo estudio también analizó la dieta de otro gran grupo de personas que basaban su alimentación principalmente en proteínas. “Piensen en la dieta de los hombres de las cavernas. En ellos descubrieron que tenían un 21% menos de riesgo de sufrir esta enfermedad”.
Sin embargo, el Dr. Amen subraya los peligros de una dieta rica en carbohidratos simples, como la que siguen gran parte de los estadounidenses, compuesta por pan, pasta, patatas, zumos de frutas y azúcar. Este tipo de dieta puede aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 400%. El culpable de todo es el azúcar. “El problema principal es el azúcar y los alimentos que se convierten rápidamente en azúcar, algo que coincide a la perfección con la hipótesis de la diabetes insulínica tipo 3. Tienes que controlarlo. Y la razón por la que esto es tan importante para mí es que el alto nivel de azúcar en sangre hace que los vasos sanguíneos se endurezcan y sea más probable que se rompan, lo que significa que las cosas tardan más en sanar y es más probable que sufras un derrame cerebral. Y tener un derrame cerebral aumenta el riesgo de contraer Alzheimer diez veces”, explica el doctor.
Esta condición daña los vasos sanguíneos, lo que provoca que se vuelvan más frágiles y susceptibles a dañarse, aumentando el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Lo alarmante es que, tras un derrame, las posibilidades de desarrollar Alzheimer se multiplican por diez, lo que resalta la gravedad del asunto. Por esta razón, el Dr. Amen pone un énfasis especial en la importancia de controlar rigurosamente la ingesta de azúcar y carbohidratos simples, ya que su consumo excesivo puede acelerar este proceso. Él subraya que mantener una dieta equilibrada y saludable no solo es esencial para la salud general del cuerpo, sino también para preservar la salud cerebral, prevenir el deterioro cognitivo y proteger el cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Laura Villanueva
https://www.lavanguardia.com/magazine/bienestar/20250213/10381871/daniel-amen-70-anos-psiquiatra-personas-dieta-basada-principalmente-basada-grasas-42-menos-posibilidades-contraer-alzheimer-gvm.html