es

El Alzheimer después del confinamiento

 

El confinamiento ha provocado que muchos colectivos vean afectado su día a día de una manera radical y muy preocupante. Uno de ellos son los pacientes con Alzheimer y sus familias, que vieron trastocadas las rutinas y terapias de manera repentina por el obligado cierre de los centros de día.

AFAPO (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias de Pontevedra) retomó las actividades el pasado martes. Las terapias tendrán carácter individual y con cita previa, hasta que el área sanitaria de Pontevedra permita el tratamiento grupal a finales de julio o principios de agosto.

En los primeros pacientes que acudieron al centro de día, situado en la calle Pedro Sarmiento de Gamboa, para retomar sus terapias, los técnicos de la asociación han podido observar un importante empeoramiento en el estado de la enfermedad, con pérdidas de movilidad y un detrimento cognitivo.

El confinamiento de tres meses «ha sido un impacto brutal» confiesa el presidente de AFAPO, Jose Manuel Fontenla, «se ha demostrado y lo hemos comprobado que 114 días suponen tres años de atraso. El deterioro es muy importante». La enfermedad conlleva la perdida de capacidades cognitivas lo que implica el empeoramiento de las capacidades físicas.

En este punto el objetivo principal de los tratamientos es frenar el avance de la enfermedad, empleando terapias no farmacológicas que consisten en actividades cognitivas y físicas que se complementan.

Para conseguirlo AFAPO cuenta con terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas y auxiliares que imparten terapias individuales para intentar frenar el efecto negativo que ha tenido el encierro en la mayoría de los pacientes.

Muchos de los usuarios que antes del confinamiento contaban con una mínima autonomía han vuelto a las terapias en peores condiciones, sin poder andar, necesitando una silla de ruedas, sin poder vestirse o sin ser capaces de comer por si mismos.

Por estas razones es importante que se acentúe la terapia sobre ellos, cuanto antes, para que puedan recuperar su autonomía y que la enfermedad no avance tan rápido como en los últimos meses.

 

Después de dos meses las familias solicitan ayuda psicológica

«Algunos se podrán curar en el sentido de andar y no usar silla de ruedas aunque con dificultad, otros vuelven a aprender a comer de su propia mano pero lo que se ha destruido en el cerebro es irrecuperable en la mayoría de los casos» asegura Fontenla.

Durante el confinamiento tanto AFAPO como las asociaciones encargadas de los centros de día acudían a los domicilios para visitar a los residentes que lo pedían y trabajar con ellos unas horas. «Lo que hemos detectado es que después de dos meses, marzo y abril, las familias nos solicitaba ayuda psicológica para el cuidador o la cuidadora, es decir, para ellos mismos», señala el presidente de la asociación.

Los motivos que incentivan la búsqueda de ayuda psicológica recaen sobre todo en que «as familias están desbordadas. Llegó un momento que no aguantaban más. Ahora los más necesitados, a parte del propio usuario, son las familias, necesitan un respiro porque han soportado todo el peso en casa», apunta Fontela.

 

 

Carolina Cifuentes

https://www.diariodepontevedra.es/articulo/pontevedra/alzheimer-despues-confinamiento/202007091713171094414.html