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El Alzheimer y la contaminación atmosférica podrían estar relacionados, señala de nuevo otro estudio.

Los hallazgos avivan las preocupaciones sobre los efectos que los contaminantes suspendidos en la atmósfera tienen en la salud.

La contaminación del aire podría estar relacionada con un mayor riesgo de padecer algunas enfermedades de demencia como el Alzheimer, incluso si se tiene una predisposición genética. Esta fue una de las principales conclusiones de una nueva investigación de la Universidad Emory de Atlanta. Los hallazgos avivan las preocupaciones sobre los efectos que los contaminantes suspendidos en la atmósfera tienen en la salud.

Los investigadores analizaron la posible relación entre una alta exposición a partículas aéreas contaminantes (conocidas como PM2.5), y la acumulación de las proteínas beta amiloide asociadas con padecimientos como el Alzheimer. Evaluaron el tejido cerebral de 224 pacientes finados procedentes de Atlanta. El 90% de ellos fue diagnosticado con algún tipo de demencia antes de su muerte. Los donantes fallecieron antes de 2020 y tenían una edad promedio de 76 años.

iEl equipo determinó que el nivel medio de exposición en Atlanta a partículas contaminantes fue de 1.32 microgramos por metro cúbico (µg/m3) el año anterior al deceso de los pacientes y de 1.35 µg/m3 en los tres años previos. Utilizó modelos de regresión logística ordinal ajustados para, con base en estos parámetros, evaluar la asociación entre PM2.5, la patología distintiva del Alzheimer y las posibles modificaciones en este vínculo generadas por el genotipo APOE e4, considerado como el principal factor de riesgo genético para padecer la enfermedad.

Los hallazgos indican que los donantes que vivían en zonas con altas concentraciones de partículas aéreas contaminantes tenían niveles más altos de placas amiloides en el cerebro. Las personas con una exposición superior a 1 µg/m3 de a PM2.5 en el año anterior a su deceso tenían casi el doble de probabilidades de registrar niveles más altos de placas amiloides en la corteza cerebral. La posibilidad creció a 87% cuando se estudiaron los registros de tres años previos a la muerte.

El Alzheimer y la contaminación atmosférica

Los autores señalan que no existe evidencia estadística suficiente para asegurar que la contaminación atmosférica sea la causante directa de una mayor producción de proteínas amiloides. Solo muestran que existe una relación. “Los estudios futuros deberían investigar más a fondo los mecanismos biológicos detrás de esta asociación”.

Esta no es la primera vez que se estudia la posible conexión. En 2020, una investigación del BarcelonaBeta Brain Research Center y el Instituto de Salud Global de Barcelona sugirió que la exposición al dióxido de nitrógeno y a las partículas en suspensión de menos de 10 micras (PM10) está relacionada con el riesgo de sufrir atrofias cerebrales en áreas vulnerables al Alzheimer.

Los hallazgos de estos proyectos son llamativos si consideramos los altos índices de contaminación atmosférica registrados en diversos territorios del mundo. La iniciativa The Lancet Planetary Health calcula que cerca del 99.82% de la superficie terrestre mundial está expuesta a niveles de partículas PM2.5 por encima del límite de seguridad recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

 

El Alzheimer y la contaminación atmosférica podrían estar relacionados, señala estudio | WIRED