¿Sabías que el colesterol cerebral representa el 25% de la cantidad total de colesterol del cuerpo humano? Pues sí, el cerebro necesita mantener una cantidad estable de colesterol a lo largo de nuestra vida para funcionar adecuadamente.
Cuando los mecanismos que mantienen ese equilibrio comienzan a fallar (algo que puede ocurrir con el envejecimiento), nuestra memoria se ve afectada. Pero hay más.
Según una nueva investigación publicada en la revista Nature Chemistry y realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y de la Universidad de Lund, en Suecia, el colesterol cerebral es capaz de acelerar la agregación de sustancia beta amiloide, uno de los signos clásicos de la enfermedad de Alzheimer.
Eso sí, el colesterol que hay en el cerebro no depende del colesterol de que hay en otras partes del cuerpo porque ese, el colesterol periférico, no puede acceder al encéfalo.
CÓMO SE RELACIONA EL COLESTEROL CON EL ALZHÉIMER
Aunque los niveles de colesterol cerebral no dependen del colesterol en sangre, sí se ha encontrado que las personas que tienen “el colesterol alto” presentan un riesgo más elevado de demencia, posiblemente debido a mecanismos vasculares.
Un cuerpo de investigación que ya va siendo bastante extenso apunta a que existe una relación entre el colesterol y alzhéimer, tanto del colesterol que está fuera del cerebro como del colesterol que sí forma parte de la membrana de las neuronas.
Por ejemplo, un estudio encontró que en las personas con alzhéimer los niveles de colesterol en sangre son hasta 10% superiores a los de personas sanas de la misma edad.
Es más, el factor de riesgo genético más conocido del alzhéimer, el llamado apoE4, es una variante de un gen que interviene en el metabolismo de los lípidos, el colesterol incluido.
Hasta ahora se sabía que esa relación existía, ahora bien, lo que no se tenía muy claro es qué mecanismo exacto puede explicar el vínculo.
La investigación recientemente publicada viene a añadir un poco de claridad a este tema, identificando que, al menos el colesterol cerebral, puede acelerar la formación de agregados de sustancia beta amiloide.
¿QUÉ ES LA BETA AMILOIDE?
La beta amiloide es una sustancia, una proteína, que está normalmente en nuestro cerebro en forma soluble, de manera que el cerebro se puede deshacer de ella sin mayores complicaciones.
Lo que sucede en el alzhéimer es que diferentes formas de esa sustancia se comienzan a unir y formar unas placas insolubles, de las cuales el cerebro ya no puede librarse.
Esas placas, popularmente conocidas como placas amiloides, impiden que las neuronas se comuniquen entre sí y desencadenan una serie de procesos en cascada que terminan provocando neurodegeneración y alzhéimer (al menos hasta que se demuestre lo contrario).
¿QUÉ ROL JUEGA EL COLESTEROL EN ESE PROCESO?
Según lo observado, el colesterol contribuye a que los fragmentos de beta amiloide se unan y acelera ese proceso de agregación, resultado que a más de uno le llevará a preguntarse: ¿disminuir los niveles de colesterol cerebral tendrá un impacto positivo sobre la enfermedad?
Sin embargo, recuerda: el colesterol es demasiado importante para nuestro cerebro y el problema, más que su exceso o déficit, parece estar la desregulación de su equilibrio.
Uno de los autores del estudio, el profesor Michele Vendruscolo, lo deja bastante claro:
La pregunta para nosotros ahora no es cómo eliminar el colesterol del cerebro, sino cómo controlar el papel del colesterol en la enfermedad de Alzheimer a través de la regulación de su interacción con la beta-amiloide”
Para Vendruscolo y los otros investigadores que participaron en el estudio, este no es el único factor que influye en la formación de agregados de beta amiloide, pero sí tienen por seguro que es uno de ellos.
fuente: infotiti.com