Este desarrollo, financiado por Alzheimer’s Research UK y publicada en la revista ‘Communications Biology’, incluyó investigadores de las universidades Manchester, Bristol, Liverpool y Auckland.
El estudio es un avance importante para los científicos que investigan el alzheimer. Entre otros descubrimientos, se ha descubierto que una región del cerebro que antes se creía que no estaba afectada por la enfermedad, el cerebelo, tiene una serie de cambios que creen que podrían protegerla del daño causado por el alzheimer.
El análisis, que mapea los niveles relativos de más de 5.825 proteínas distintas en seis regiones del cerebro, generó un total de 24.024 puntos de datos. Las regiones del cerebro en el estudio incluyeron el hipocampo, la corteza entorinal, el giro cingulado, y la corteza motora, la corteza sensorial y el cerebelo más afectados.
“Esta base de datos ofrece una gran oportunidad para que los investigadores de demencia de todo el mundo progresen y sigan nuevas áreas de la biología y desarrollen nuevos tratamientos. También podría ayudar a validar las observaciones observadas en modelos de enfermedades animales o celulares en humanos”, ha señalado el doctor Unwin.
“Es muy emocionante poder hacer públicos estos datos para que los científicos puedan acceder y usar esta información vital”, ha señalado el investigador, quien recuerda que la enfermedad de alzheimer surge en el hipocampo y se propaga a través de vías en el cerebro.
Pero al observar diferentes partes de ese camino, el equipo pudo observar, por primera vez, cómo el alzheimer progresa con más detalle. “Creemos que los cambios que vemos en las regiones afectadas más adelante representan cambios tempranos de la enfermedad, presentes antes de que las células mueran”, ha añadido, al tiempo que ha señalado que “estos representan nuevos objetivos para los desarrolladores de medicamentos, ya que sabemos que es importante tratar de intervenir antes”.
En el curso del estudio, el equipo encontró nuevas moléculas que no estaban asociadas previamente con la enfermedad y representaron más objetivos para desarrollar nuevos fármacos. También confirman que los investigadores que observan una variedad de vías, como la inflamación, la señalización de Wnt y los cambios metabólicos en el tejido humano, están en el camino correcto.
El equipo identificó 129 cambios en las proteínas que estaban presentes en todas las áreas del cerebro estudiadas, con al menos 44 no asociadas previamente con la enfermedad. Pero hubo otros cientos que solo cambian en las regiones afectadas por el retraso.
“Estos nuevos cambios de proteínas representan objetivos adicionales para los científicos que desarrollan nuevos medicamentos. El cerebelo, que antes se pensaba no se veía afectado, muestra una respuesta significativa a nivel molecular. Muchos de los cambios aquí no se ven en otras regiones y esto podría implicar que esta región se proteja activamente de las enfermedades. No lo sabremos con seguridad hasta que realicemos más investigaciones”, ha añadido.
“Al estudiar miles de proteínas individuales, esta interesante investigación ha generado un mapa molecular detallado de los cambios que se producen en el cerebro de la enfermedad de alzheimer. Hacer que esta información esté disponible gratuitamente en línea ayudar a los investigadores a navegar por el complejo y cambiante entorno del cerebro en la enfermedad de alzheimer e identificar los procesos que podrían ser atacados por futuros medicamentos”, ha añadido la doctora Rosa Sancho, jefa de investigación de Alzheimer’s Research.
Hay más de medio millón de personas en el Reino Unido que viven con la enfermedad de alzheimer y actualmente no hay tratamientos que puedan retardar o detener el progreso de la enfermedad en el cerebro. Investigaciones pioneras como ésta están impulsando el progreso hacia nuevos avances que cambiarán las vidas de las personas.
Fuente: www.republica.com