Barcelona (Redacción de Vivirmejor.com).– Sobre el alzheimer hablamos con el dr. Marcel Rosich, especialista en neurología, jefe del servicio de neurología y responsable de la unidad de demencias del Hospital Psiquiátrico Universitario Instituto Pere Mata.
El alzheimer es la demencia más común. Pero, ¿sabemos qué es una demencia?
Demencia se define como la pérdida irreversible de las capacidades intelectuales, incluyendo la memoria, la capacidad de expresarse y comunicarse adecuadamente, de organizar la vida cotidiana y de llevar una vida familiar, laboral y social autónoma. Es irreversible y conduce a un estado de dependencia total.
Cuentan que la demencia es como volver a la infancia e ir perdiendo progresivamente los hábitos adquiridos… ¿Podría ser este un símil?
Puede ser un símil. La persona con demencia se vuelve progresivamente más dependiente. En fases iniciales es necesaria cierta supervisión, en el vestido, la higiene, las salidas de casa, etc. Posteriormente la dependencia aumenta.
El cuidador puede comportarse en cierta manera como si cuidara a un niño, procurando resolver problemas en positivo, desviando la atención, tratando a la persona con demencia con el mismo cariño que damos a los pequeños.
Hay casos en los que la persona con demencia no se deja cuidar y cree que tiene capacidad para hacer cosas que realmente ya no puede hacer. En estos casos no hay que perder las maneras, hay que tener paciencia, buscar salidas que no impliquen discusiones ni enfrentamientos. Puede ser necesario asesorarse con profesionales expertos en estas situaciones.
¿La demencia suele ocurrir siempre en edades avanzadas, o puede ocurrir en edades más jóvenes de la vida adulta?
En efecto, la demencia es una enfermedad que se presenta normalmente en edades avanzadas. Uno de los principales factores de riesgo para presentarla es precisamente la edad. La mayoría de casos aparecen por encima de los 65-70 años. Dado que cada vez es mayor la esperanza de vida y hay un mayor número de personas mayores, esperamos un aumento del número de casos.
También se diagnostican mejor los casos porque las personas consultan más al médico y los facultativos suelen estar más atentos al desarrollo de esta enfermedad en sus pacientes. Una minoría de casos presentan la enfermedad en edad más joven, por debajo de los 65 años (se denominan como demencias preseniles). Raramente hay casos por debajo de los 40 años.
¿Cómo sé yo si tengo una demencia? Se me olvidan las cosas y creo que pierdo memoria. ¿Qué respondería?
Los pacientes que inician una demencia por lo general no son muy conscientes de lo que les sucede. Tener miedo a tener una demencia es normal en personas que tienen algún caso cercano y sobrevaloran pequeños fallos que son humanos.
¿Cómo se inicia una demencia tipo Alzheimer, por citar la más común de las demencias?
En las demencias en general y en el caso de la enfermedad de Alzheimer en particular los cambios iniciales son discretos. A menudo la persona parece diferente a quien es habitualmente, parece menos capaz, menos involucrada y menos adaptable. Progresivamente van apareciendo más síntomas. Pierde interés en sus aficiones y pasatiempos. No pone atención en las cosas, no puede concentrarse, no sigue una conversación y no toma decisiones correctas. También pueden aparecer cambios de humor, como irritabilidad, recelos y tendencia a malinterpretar cosas. Todos estos cambios son difíciles de determinar precozmente. Se suelen identificar más tarde, al recordar como empezó todo.
¿Sufre el paciente con demencia?
Esto dependerá de las alteraciones cognitivas, del estado de ánimo y del contenido de sus preocupaciones y también del estadio de la enfermedad en que se encuentre. El enfermo percibe la situación desde un cerebro dañado, por lo que la angustia y sufrimiento siempre será mayor en la familia.
Hay casos en los que el paciente se deja cuidar y agradece los cuidados («alzheimer no complicado») donde el sufrimiento es mínimo o inexistente. Otros casos con trastorno depresivo («alzheimer asociado a depresión»), trastorno del contenido del pensamiento como delirios y alucinaciones («alzheimer con síntomas psicóticos»), o con irritabilidad y conductas violentas («alzheimer con trastorno conductual»), generan más sufrimiento al paciente y también a su familia.
¿A qué profesional debe acudir si se sospecha que un familiar tiene Alzheimer?
La sospecha diagnóstica la realiza el médico de atención primaria y la confirmación del diagnóstico el médico especialista en geriatría, neurología y/o psiquiatría. En nuestro entorno la especialidad más implicada es la neurología. En Catalunya hay unidades multidisciplinares para el diagnóstico y manejo de pacientes con demencia. Estas unidades cuentan con especialistas en neurología, geriatría, psiquiatría, neuropsicología, enfermería y trabajo social.
Además del tratamiento farmacológico adecuado a los síntomas cognitivos y no cognitivos (depresión, ansiedad, insomnio y trastornos de conducta), hay que prestar atención a otras enfermedades que acompañan con frecuencia al envejecimiento produciendo incapacidad, también a los aspectos de organización general de la supervisión y control del caso, aspectos sociales y legales.
¿Qué beneficio real puede obtenerse de los actuales medicamentos que existen hoy para una demencia tanto en las fases iniciales como en las etapas más avanzadas de la enfermedad?
Existen medicamentos para mejorar la vida de las personas con demencia. Algunos medicamentos aprobados para el tratamiento de la enfermedad de pueden mejorar síntomas y retardar temporalmente la pérdida de la memoria. También pueden y deben tratarse los síntomas emocionales y del comportamiento.
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