El ensayo clínico busca determinar los efectos de las ondas de baja intensidad en el cerebro de los pacientes
Neurocientíficos de Florida (EE.UU.) han puesto en marcha un ensayo clínico que utilizará técnicas de ultrasonido de baja intensidad para combatir la enfermedad de Alzheimer, un tratamiento que podría ser revolucionario, informó este viernes la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El ensayo clínico, desarrollado por expertos de la Facultad de Medicina Herbert Wertheim de la FIU y neurocientíficos del hospital Baptist Health de Miami, busca determinar los efectos de las ondas de ultrasonido en el cerebro y cómo «interrumpir los cambios cerebrales que conducen al daño neuronal que causa problemas de memoria y cognición» en pacientes con Alzheimer.
La investigación, denominada Interrupción de la barrera hematoencefálica (BBB) para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, «podría revolucionar la atención médica» de las personas que padecen esta dolencia degenerativa, dijo en un comunicado Michael McDermott, neurocirujano y director médico de la Herbert Wetheim.
«Es muy emocionante, especialmente porque no existe una cura para el Alzheimer y solo unos pocos tratamientos farmacológicos que tratan los síntomas temporalmente», añadió McDermott, tras subrayar que se trata de una técnica que «no es invasiva para los pacientes» y que esperan que «conduzca a una mejora cognitiva» de estos.
Este ensayo clínico con pacientes fue aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés) y forma parte de la iniciativa Brain State de Florida, que financia y reúne hospitales, universidades e instituciones estatales en Florida.
El tratamiento por ultrasonido de alta intensidad ya ha demostrado un buen resultado al permitir a enfermos de Alzheimer realizar tareas comunes como sostener una taza de agua sin derramarla, afeitarse de manera segura o escribir de manera legible.
Para el temblor esencial que acompaña al Alzheimer, las ondas de ultrasonido focalizado de alta intensidad (HiFU) se dirigen al área del circuito anormal en el cerebro y, en una sesión, los pacientes ven una mejora inmediata, apunta el comunicado.
La psiquiatra geriátrica y coinvestigadora principal del estudio, Patricia Junquera, de la FIU, espera ahora ver «resultados similares con el ultrasonido de baja intensidad». El estudio incluye tres tratamientos, con dos semanas de diferencia. Junquera continuará con el seguimiento de los pacientes durante 5 años después del tratamiento final.
Efe
Expertos de Florida estudian el uso de ultrasonido en pacientes con Alzheimer (diarimes.com)