La convivencia con personas dependientes puede generar una sobrecarga que afecte negativamente en la salud mental y física de los cuidadores. Situación que aún se agrava más durante esta etapa de confinamiento en la que no pueden utilizar recursos asistenciales que les alivien la labor.
Por ello, la Fundación ACE han elaborado una breve guía con consejos para mantener el bienestar de estas personas cuidadoras durante el complicado momento que estamos viviendo. Los expertos coinciden en que preservar el tiempo de descanso y de ocio es uno de los factores fundamentales.
Ante la situación generada por la pandemia de coronavirus SARS-COV-2, muchas familias se encuentran confinadas en su domicilio la mayor parte del día para evitar la propagación del virus. Las personas mayores de 65 años y con pluripatología, como en el caso de las personas con demencia, son un colectivo de riesgo.En este contexto, es relevante prestar atención a los cuidadores y cuidadoras, que serán los que lleven la carga de la cura las 24h, a diferencia de una situación normal en que la persona afectada puede utilizar recursos asistenciales como los centros de día.
Es por eso que el equipo de Trabajo Social y Atención Diurna de Fundación ACE, entidad especializada en el diagnóstico, tratamiento e investigación del Alzheimer, ha preparado una breve guía de consejos para el bienestar emocional y la autocura de la persona cuidadora durante el confinamiento.
Encontrar tiempo para uno mismo es una de las recomendaciones que incluye la guía, una cuestión más difícil para los cuidadores y cuidadoras en confinamiento. Asimismo, teniendo en cuenta que, además, la mayoría de las cuidadoras de personas con demencia son mujeres, la carga de cuidar a una persona dependiente se suma a las cargas habituales que acostumbran a tener las mujeres en el hogar.
De esta guía se extraen estos cinco consejos para la persona cuidadora:
- Informarse una vez al día y de fuentes fiables. Es imprescindible acotar el número de veces que recibimos información y, cuando la recibimos, que sea de fuentes fiables.
- Encontrar tiempo y espacio para uno mismo. El cuerpo y la mente no son entes separados. Por lo tanto, mantener el bienestar emocional del cuidador implicará cuidar también de su estado físico.
- Aceptar la situación. Las personas con demencia no deben vivir solas en una situación de confinamiento como el actual. Esto implicará cambios a los que, tanto los cuidadores como las personas con demencia, deberán adaptarse. Incluso si previamente cuidador y paciente ya convivían, el confinamiento es una situación especial que puede ser emocionalmente difícil. Puede ser de ayuda practicar técnicas de respiración y relajación, así como dedicar tiempo a actividades relajantes.
- Confinamiento no quiere decir aislamiento. Hay que recordar que es importante encontrar un momento para socializar y mantener vivas nuestras relaciones de amistad o familiares. Esta es una medida especialmente eficaz para disminuir el sentimiento de soledad. La tecnología permitirá a través de las llamadas o videollamadas o de aplicaciones como Whatsapp o Telegram que nos podamos comunicar con familiares y amigos con frecuencia.
- Gestionar las emociones. La tristeza, la frustración, la desesperanza, los cambios de humor, el agotamiento físico y mental son algunas de las emociones que los cuidadores pueden sentir en una situación de confinamiento.
