Un estudio realizado en el Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago con 5.001 adultos mayores de 65 años, ha encontrado que los efectos protectores de la dieta mediterránea sobre el deterioro mental se pierden, si se sigue consumiendo una alta cantidad de alimentos no saludables típicos de la dieta occidental, como fritos, dulces, cereales refinados, carnes rojas y procesadas, lácteos enteros y comida ultraprocesada como la pizza.
Está demostrado que la dieta mediterránea ayuda a retrasar el deterioro cognitivo asociado a la edad, pero sólo si se hace bien. Si se sigue comiendo alimentos poco saludables, la dieta mediterranea no podria contrarrestar el efecto negativo sobre el envejecimiento mental de estos alimentos.
Por mucha ensalada de hojas verdes con aceite de oliva virgen extra y nueces que tomes cada semana, no vas a conseguir proteger tu salud mental si sigues comiendo pizza y hamburguesas para cenar.
Una dieta saludable, como la dieta mediterránea, tiene un impacto positivo en la salud, pero se conoce poco acerca de los efectos de seguir tomando alimentos no saludables en una dieta saludable.
Los resultados de su estudio se publicaron en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association en 2021.
«Comer una dieta que enfatice las verduras, frutas, pescado y granos integrales puede afectar positivamente la salud de una persona», ha comentado Puja Agarwal, PhD, epidemióloga nutricional y profesora asistente en el Departamento de Medicina Interna del Rush Medical College. «Pero cuando se combina con frituras, dulces, cereales refinados, carnes rojas y carnes procesadas, observamos que los beneficios de comer la parte mediterránea de la dieta parece disminuir».
El estudio observacional incluyó a 5.001 adultos mayores que vivían en Chicago y que formaban parte del Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago. Se hizo una evaluación de la salud cognitiva en adultos mayores de 65 años entre 1993 y 2012 cada tres años. Los participantes del estudio completaron una evaluación cognitiva con un cuestionario que evaluó las habilidades básicas de procesamiento de información y la memoria, y completaron otro cuestionario sobre la frecuencia con la que consumían 144 alimentos.
Los investigadores analizaron en qué cantidad cada uno de los participantes del estudio siguió una dieta mediterránea, que incluye el consumo diario de frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, pescado, patatas y cereales sin refinar, además de un consumo moderado de vino.
También evaluaron cuánta cantidad de alimentos de la dieta occidental consumían, como alimentos fritos, cereales refinados, dulces, carnes rojas y procesadas, productos lácteos enteros y pizza.
Asignaron puntuaciones de 0 a 5 para cada alimento para compilar una puntuación total de la dieta mediterránea para cada participante en un rango de 0 a 55.
Los investigadores examinaron la asociación entre las puntuaciones de la dieta mediterránea y los cambios en la función cognitiva global de los participantes, la memoria episódica y la velocidad de percepción.
Los participantes con un deterioro cognitivo más lento durante los años de seguimiento fueron los que se adhirieron más a la dieta mediterránea, y con menos ingesta de alimentos de la dieta occidental.
Mientras que los participantes que comieron más de la dieta occidental no tuvieron ningún efecto beneficioso de los asociados a la ingesta de alimentos saludables a la hora de retrasar el deterioro cognitivo.
No hubo una interacción significativa entre la edad, el sexo, la raza o la educación y la asociación con el deterioro cognitivo en los niveles altos o bajos de los alimentos de la dieta occidental. El estudio también incluyó otros datos como el tabaquismo, el índice de masa corporal y otras variables potenciales como las condiciones cardiovasculares y los hallazgos se mantuvieron iguales.
«Las dietas occidentales pueden afectar negativamente la salud cognitiva», dijo Agarwal. «Las personas que tenían una puntuación alta en la dieta mediterránea en comparación con las que tenían la puntuación más baja eran equivalentes a tener 5,8 años menos cognitivamente».
Agarwal comentó que los resultados complementan otros estudios que muestran que una dieta mediterránea reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, ciertos cánceres y diabetes y también respaldan estudios previos sobre la dieta mediterránea y la cognición.
El estudio también señala que la mayoría de los patrones dietéticos que han mostrado una mejora en la función cognitiva entre los adultos mayores, como la dietas mediterránea, dieta MIND y dieta DASH, tienen una matriz de puntuación única basada en la cantidad de porciones consumidas para cada componente de la dieta.
«Cuanto más podamos incorporar verduras de hoja verde, otras verduras, bayas, aceite de oliva y pescado en nuestras dietas, mejor será para nuestros cerebros y cuerpos envejecidos. Otros estudios muestran que la carne roja y procesada, los alimentos fritos y los cereales integrales bajos la ingesta se asocia con una mayor inflamación y un deterioro cognitivo más rápido en edades más avanzadas «, comentó la Dra. Agarwal. «Para beneficiarnos de dietas como la dieta mediterránea o la dieta MIND, tendríamos que limitar nuestro consumo de alimentos procesados y otros alimentos poco saludables como los fritos y los dulces».
El estudio y sus hallazgos no se pueden generalizar fácilmente. Se necesitan futuros estudios longitudinales sobre la dieta y la cognición entre la población de mediana edad para ampliar estos hallazgos.
Fuente:
Puja Agarwal et al. Unhealthy foods may attenuate the beneficial relation of a Mediterranean diet to cognitive decline. Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, 2021 DOI: 10.1002/alz.12277
YOLANDA VÁZQUEZ MAZARIEGO
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