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La Memoria está de Moda de este año en el Prat, una de las ediciones más memorables.

                                                 

Un año más, la solidaridad se hizo moda, la moda se hizo memoria y la memoria se hizo espectáculo y pueblo. Los ciudadanos se convirtieron modelos circenses y El Teatro Moderno una gran carpa de circo para ofrecer un acto inolvidable en beneficio de los enfermos de Alzheimer y sus familias. Y es que el pasado 1 de junio celebramos en el Teatro Modern del Prat otro de los actos ya tradicionales de la Asociación de Familiares de Alzheimer: «La Memoria está de Moda», el desfile popular y solidario que, año tras año, agota las entradas, y que, en esta edición, en una de las mejores que se recuerdan, estuvo inspirada y ambientada en el mundo del circo.

Gracias al magnífico trabajo de sus directoras (Mercè Rull y Cristina Otaegui) y a la buena voluntad de los casi 300 voluntarios (a todos y a todas: muchas gracias!), ha sido posible hacer de este evento todo un éxito. Desfilantes, maquilladores caracterizando los modelos en personajes de circo, voluntarios ayudando a vestir, organizando, vigilando, decorando el escenario con globos y telas, vistiendo la pasarela … en un acto de esta magnitud, siempre hay mucho trabajo.

Tal como habían sido las ediciones anteriores, tal y como habíamos prometido y tal como pretendíamos, fue un acto solidario popular: desfilaba gente del pueblo, vecinos y amigos de todas las edades con el objetivo de colaborar con los enfermos de Alzheimer y formar parte de este gran espectáculo. Había gente que no había desfilado nunca, así como también encontrábamos gente repetidora que cada año se involucra en este acto. Por supuesto, no faltó la tradicional representación de los concejales.

Los comercios pratenses tampoco desaprovecharon la ocasión de colaborar con las entidades que velamos por los más desfavorecidos en estos tiempos de crisis y recortes. «La memoria está de Moda» es una fiesta y un acto solidario, pero también es un gran escaparate para sus productos, y siempre acaban haciendo nuevos clientes. Muchas tiendas de ropa pratenses cedieron sus modelos para la pasarela, y otros comercios colaboraron con varias donaciones (cenas, cestas de fruta, vales comerciales …) que fueron sorteados entre los asistentes. No olvidemos tampoco la colaboración inestimable de la peluquería Ruolpi y las escuelas de maquillaje Stick-Art y el Institut Verge de la Mercè. Ni la de grandes empresas como El Corte Inglés, Carrefour, Cavas Alta Alella, Nestlé, Ferrero Rocher, o la diseñadora Isabel de Pedro. Como no podemos tampoco olvidar las empresas de cosméticos que nos dieron productos de sus firmas para poder maquillar y obsequiar a los voluntarios. Puede ver todos los colaboradores en el programa, adjunto en esta página. Sin ellos, sin todos, este espectáculo tampoco sería posible.

Como tampoco sería posible nuestra labor sin el importante apoyo del Ayuntamiento de El Prat, un consistorio sensible a nuestras necesidades y aportaciones, tal como como remarcó el Ilmo. Sr.. Lluís Tejedor, alcalde de El Prat, en su breve parlamento.

El leimotiv de este año era el circo, y alrededor de este arte, pues, giró el espectáculo. Más allá de una simple decoración, el circo se filtró por el espectáculo: Un pequeño sketch a cargo del clown de Pokapok ligaba los pases con humor; Charly Rivel y una caja mágica, en un precioso sketch, precedieron la enamoradiza voz de Alba Martínez y el espectáculo del desfile de los exuberantes Can-Cans de la diseñadora Manuela Ortés; Dani Luna nos hizo reír con su monólogo, versando sobre su experiencia en la moda; las chicas de la Esculea Rítmica de SAnt Feliu nos deleitaron con su danza acrobática llena de flexibilidad; un truco de magia que «hacer crecer» el presentador voluntario, Guillem Juanico, hasta convertirlo en el gran Jordi Salas que, junto con la imprescindible Laura Quinto, volvieron a hacer una pareja de presentadores extraordinarios, narrando amenamente el espectáculo, espectáculo que terminó con el siempre glamuroso desfile de comuniones y bodas, con vestidos de la marca Pronovias (Snt. Patrick) y de la boutique Blanco y Negro, y la culminación del deseo del pequeño presentador que se quería casar…

 Así pues, debemos felicitarnos por otra Desfile «La Memoria está de Moda» exitoso, por el trabajo bien hecho y por la generosidad de los voluntarios y los asistentes que hacen posible que podamos sumar ingresos a la voluntad de seguir atendiendo a los enfermos de Alzheimer de nuestra ciudad y sus familiares. A todos y todas, muchas gracias, de todo corazón. Hasta el año que viene.