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Lo que el alzhéimer de nuestros padres puede decir sobre nuestro cerebro.

 

 

Si has tenido que pasar por la difícil experiencia del alzhéimer en uno de tus padres, es posible que la edad en que comenzó a manifestar los síntomas sea de tu interés.

Una nueva investigación, dirigida por científicos de la universidad canadiense de McGill, encontró que a medida que los hijos se acercan a ese periodo, aumenta la acumulación de proteínas tóxicas que caracterizan la enfermedad.

Los resultados del estudio, publicado en la revista JAMA Neurology,  están basados en información recogida a personas con un historial familiar de alzhéimer esporádico (del que no se conocen las causas), pero que al momento de la investigación estaban cognitivamente sanas.

Tener un progenitor con alzhéimer no implica que necesariamente se desarrollará la enfermedad, aunque los descendientes sí tienen un riesgo más elevado que las personas sin historial familiar de alzhéimer.

Este estudio viene a sugerir que la influencia de la genética en el tipo de alzhéimer más común,  puede ser más amplia que lo admitido hasta ahora, en especial en las personas con características genéticas particulares.

 

UNA PERSONA DE 63 AÑOS PUEDE TENER MÁS PROTEÍNAS TÓXICAS EN SU CEREBRO QUE UNA DE 85 AÑOS

Para este estudio, los investigadores analizaron los datos recolectados a 101 personas con historial familiar de alzhéimer, pero que podían considerarse sanas.

Estamos hablando de individuos que tuvieron un padre o una madre con alzhéimer y decidieron hacerse voluntarios para participar en investigaciones científicas.

Analizando la acumulación de proteína beta amiloide, uno de los signos más conocidos de la enfermedad de Alzheimer, los investigadores observaron que mientras más se acercaban estos voluntarios a la edad en que su padre o madre manifestó los síntomas de la enfermedad, mayor era la acumulación de esas proteínas en el cerebro.

En las mujeres esta asociación fue aún más fuerte, igual que en las personas portadoras del alelo apoE4, el factor de riesgo genético de alzhéimer más conocido en la actualidad.

Estos resultados fueron replicados en otros dos grupos de individuos, en los que se encontró la misma asociación.

Una de las autoras del estudio, la Dra. Sylvia Villeneuve, ilustra una de las muchas interpretaciones que pueden tener estos resultados: «Alguien de 60 años cuya madre desarrolló alzhéimer a los 63 años tiene más posibilidades de tener placas amiloides en el cerebro que alguien de 70 años cuya madre desarrolló la enfermedad a los 85 años “.

 

¿SIGNIFICA ESTO QUE TENDRÉ ALZHÉIMER A LA MISMA EDAD QUE MIS PADRES?

No, definitivamente estos resultados no pueden ser interpretados en ese sentido. Muchas personas con acumulaciones tóxicas de proteínas en el cerebro nunca llegan a desarrollar alzhéimer.

De hecho, hay que recordar que los participantes en este estudio, algunos de ellos con una edad superior a la de sus padres en el momento de manifestar síntomas de alzhéimer, no padecían de alteraciones intelectuales.

Los resultados del estudio sí pueden ayudar a incorporar voluntarios a investigaciones científicas donde se necesitan personas sin síntomas de alzhéimer, pero que presenten acumulaciones tóxicas de proteínas.

El conocimiento de la asociación descrita por los científicos canadienses, es decir, que mientras más cerca se está de la edad en que el familiar manifestó alzhéimer, mayor acumulación de beta amiloide hay, puede actuar como un primer filtro para incluirlos en las investigaciones.

 

REdacción Titi

Fuente: www,infotiti.com