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Por qué se vincula el herpes labial con la enfermedad de Alzheimer: los argumentos.

 

«El HSV1 podría ser la causa del 50% o más de los casos de enfermedad de Alzheimer”.

Contundente la frase, ¿cierto? Sucede que la dijo una científica que lleva más de dos décadas estudiando la relación entre el virus herpes simple tipo I (HSV-1), el causante del conocido herpes labial, y la enfermedad de Alzheimer.

Se trata de la profesora Ruth Itzhaki de la Universidad de Manchester, en Reino Unido, quien recientemente ha publicado una revisión de artículos científicos sobre este tema.

Los hallazgos de la profesora Itzhaki apuntan a que las personas con HSV (existen dos tipos el HSV-1 y el HSV-2) tienen más riesgo de desarrollar demencia y sin embargo, cuando son tratados con antivirales, su riesgo disminuye drásticamente.

La revisión fue publicada en la revista Frontiers in Aging Neuroscience y  sugiere una vez más la posibilidad de que los tratamientos antivirales puedan tener alguna efectividad como terapia contra el alzhéimer.

Pero, ¿por qué la Dra. Itzhaki considera que los virus herpes pueden ser la causa de la enfermedad de Alzheimer?

Hagamos un poco de historia.

 

 

ALZHEIMER Y HERPES SIMPLE TIPO I, ¿QUÉ SE OBSERVADO HASTA AHORA?

En primer lugar, hay un hecho básico y es que el HSV-1 está muy extendido en toda la población.

Según estadísticas de la OMS, aproximadamente 3700 millones de personas menores de 50 años a nivel mundial es portadora del HSV-1 y 417 millones del HSV-2.

Se considera que el factor o los factores que contribuyan a la enfermedad de Alzheimer deberían tener una alta incidencia en la población, precisamente por las cifras tan elevadas de afectados por la enfermedad que existen.

Estos virus generalmente cursan de forma asintomática y en algunas personas se reactivan causando, en el caso de HSV-1, el herpes labial y en algunos casos herpes genital. El HSV-2, que se transmite sexualmente, causa herpes genital.

En un artículo del año 1997, la profesora Itzhaki halló que entre las personas con alzhéimer que al fallecer presentaban HSV-1 en el cerebro era más común la presencia del gen apoE4. Este gen aumenta sensiblemente el riesgo de padecer alzhéimer.

En aquel momento los autores de la investigación concluyeron que la combinación de ser portador del apoE4 y tener HSV-1 en las células cerebrales era un factor de riesgo importante para desarrollar alzhéimer.

Recientemente la profesora Itzhaki comentó:»Nuestra teoría es que en los portadores de APOE-ε4, la reactivación es más frecuente o más dañina en las células cerebrales infectadas con HSV1, que como resultado acumulan daños que culminan en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”.

En un artículo publicado en The Conversation, Itzhaki explica que se ha observado en cultivos celulares que la infección con HSV-1 contribuye a que se acumulen las proteínas tóxicas que están presentes en el cerebro de las personas con alzhéimer.

Otro elemento importante a considerar es que el HSV-1 tiende a permanecer fuera del sistema nervioso central (médula espinal y cerebro), pero en los adultos mayores, según ha observado la investigadora, sí es más común encontrar el virus en las células cerebrales, debido, entre otras razones, al declive del sistema inmunológico.

Para la investigadora el cuadro es el siguiente: el virus penetra en el cerebro de los adultos mayores y se reactiva repetidamente debido a eventos estresantes, inmunodepresión o por inflamación causada por la infección con otros agentes infecciosos.

Esas reactivaciones traen como consecuencia daño a las neuronas e inflamación (otro mecanismo que provoca daño a las células del cerebro), que en las personas con un factor de riesgo genético como el APOE-ε4 lleva a desarrollar la enfermedad.

Esto es lo que se sabía hasta ahora, ¿qué hay de nuevo?

 

LAS INVESTIGACIONES MÁS RECIENTES

En la revisión publicada en Frontiers in Aging Neuroscience  Itzhaki hace referencia a tres investigaciones realizadas en la población de Taiwán en las que los investigadores tuvieron acceso a una base de datos de salud con información del 99.9% de la población.

Entre esos datos se encontraban los relativos a las personas que desarrollaron “demencia senil” (que tiene por causa más frecuente el alzhéimer, aunque es un término poco usado actualmente) y también información de las personas tratadas por síntomas importantes de herpesvirus o el virus de la varicela.

Resultó que el riesgo de desarrollar demencia era mayor en las personas infectadas con el virus, pero en aquellas que recibieron tratamiento antiviral ese riesgo disminuyó notablemente.

¿Podría un tratamiento de esta naturaleza beneficiar a los enfermos de alzhéimer? ¿Una vacuna contra los virus evitaría el desarrollo de la enfermedad?

La profesora Itzhaki apuesta por el sí, aunque admite las limitaciones de este último estudio, por ejemplo; el hecho de que las personas tratadas con antivirales presentaban síntomas graves, los cuales son casos muy poco comunes.

Además, realmente no se analizaron los casos de demencia provocados por alzhéimer, sino de demencia en general y este síndrome puede tener muchas otras causas además de la enfermedad de Alzheimer.

Y es que, aunque la evidencia en general resulte atractiva, no termina por convencer a la comunidad científica.

En un artículo publicado en Newsweek se recoge la opinión de David Reynolds, director de investigación de la organización Alzheimer’s Research U.K. Según Reynolds:

Esta revisión presenta principalmente estudios correlativos que no proporcionan evidencia clara de causa y efecto. La evidencia presentada en esta revisión no es suficiente para sugerir que la enfermedad de Alzheimer es contagiosa y se transmite de persona a persona como un virus, y tampoco significa que el herpes labial aumenta el riesgo de desarrollar demencia”.

John Hardy, profesor del University College London y una de las voces más respetadas en el campo del alzhéimer, se declara escéptico ante los argumentos de la profesora Itzhaki, aunque sí opina que el rol de las infecciones en la enfermedad de Alzheimer merece ser estudiado.

Por el camino de profundizar en este tema está un grupo de investigación sueco que desde el año 2016 comenzó un ensayo clínico para evaluar el efecto de un antiviral, el valacyclovir, en 36 pacientes con alzhéimer.

Hasta el momento de escribir este artículo no hemos conocido nuevas novedades sobre el ensayo clínico, algo que ayudaría a despejar algunas incógnitas.

 

 

Dunia Chapottin

fuente: https://infotiti.com/