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Tratamiento de la enfermedad de Alzheimer: lo más importante que debemos conocer.

 

La enfermedad de Alzheimer en la actualidad no tiene cura, pero sí existen tratamientos que ayudan a mantener las capacidades físicas y mentales del enfermo en mejor estado.

Hasta donde se sabe, los tratamientos actuales del Alzheimer no influyen en el curso de la enfermedad, sino que ayudan a controlar sus síntomas por un tiempo determinado.

Una forma clara de ilustrar esto es lo que ocurre con los catarros; puedes tomar medicamentos que te hagan sentir mejor, pero nada va a evitar que una vez el virus te ha infectado la enfermedad siga su curso.

Al contrario de los catarros, el Alzheimer es una enfermedad de larga evolución, crónica y progresiva para la cual no hay cura en la actualidad, aunque afortunadamente hay decenas de ensayos clínicos en el mundo buscando soluciones.

 

¿QUÉ ES EL ALZHEIMER? COMPRENDER LA ENFERMEDAD PARA COMPRENDER EL TRATAMIENTO

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, lo que significa que en el sistema nervioso central de los pacientes, específicamente en el cerebro, deterioran y mueren las células nerviosas encargadas de procesos como la memoria, la atención o el lenguaje, pero que también interfieren en el estado de ánimo y en la conducta.

Aunque la causa final de esto no se sabe, sí se conoce que ese deterioro se debe en buena medida a que en el cerebro se acumulan unas proteínas que resultan tóxicas a las neuronas.

Esto ocurre de forma progresiva y a medida que la enfermedad avanza, la atrofia del cerebro es mayor y por eso observamos que el paciente va perdiendo más capacidades y habilidades.

¿Por qué es importante saber esto en relación al tratamiento?

Porque ninguno de los tratamientos para el Alzheimer actuales están orientados a frenar esa acumulación de proteínas tóxicas o a impedir el deterioro y muerte neuronal, de ahí que no sean curativos.

Las terapias para el Alzheimer que hay en el mercado buscan controlar los síntomas que provoca esa neurodegeneración, pero no la frenan.

 

TRATAMIENTO DEL ALZHEIMER: OPCIONES FARMACOLÓGICAS

 Según la Guía de Práctica Clínica más actual, existen 4 fármacos aprobados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer que se dividen en dos grupos:

  • Los inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa (IACE): donepezilo, rivastigmina y galantamina
  • Antagonista no competitivo de los receptores de N-metil D-Aspartato (NMDA): memantina

Los IACE están recomendados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer leve a moderada (si quieres saber en qué fase está un enfermo puedes leer aquí).

Los IACE inhiben la acción de una enzima que destruye la acetilcolina, un químico cerebral implicado en la memoria y otros procesos cognitivos y afectivos.

Se ha observado que la enfermedad de Alzheimer afecta desde muy temprano las neuronas que producen acetilcolina, de ahí que una de las primeras estrategias terapéuticas ha sido crear fármacos que impidan la degradación de la acetilcolina que aún se produce en el cerebro.

Los IACE son generalmente bien tolerados, teniendo por efectos secundarios más comunes alteraciones gastrointestinales.

Los familiares pueden esperar ver una mejoría leve dentro de los tres primeros meses de iniciado el tratamiento, algo que será menos evidente con el paso de los meses.

Sin embargo, cuando se ha seguido a grupos de pacientes que están bajo tratamiento con IACE y han comparado su funcionamiento cognitivo y habilidades para la vida diaria con pacientes que están tomando un compuesto placebo, se ha observado que los primeros tienen un mejor estado.

Esa diferencia puede que no sea percibida por la familia, pero existe y se mantiene así entre 6 y 18 meses.

La memantina está recomendada como tratamiento de la enfermedad de Alzheimer moderada a grave, ya sea como única terapia o en combinación con uno de los IACE, especialmente junto al donepezilo.

La memantina parece generar beneficios controlando la cantidad disponible en el cerebro de un neurotransmisor que, en niveles saludables, es fundamental para la memoria y el aprendizaje, pero cuando está en exceso termina siendo tóxico para las neuronas.

Después de 6 meses bajo tratamiento la memantina se asocia a leves mejorías del estado cognitivo, del comportamiento y del funcionamiento diario.

Ahora bien, llega un momento en que todo familiar se pregunta, ¿debemos seguir con el tratamiento? La duda llega porque ya no notan que genere beneficios al paciente.

El problema es que hasta ahora no se ha definido el tiempo exacto en que los fármacos dejan de reportar beneficios significativos, aunque estos sean solo percibidos mediante pruebas especializadas.

Por eso la suspensión de los medicamentos específicos para el alzhéimer es una decisión que deben tomar juntos profesionales y familia.

Además de lo anterior y dependiendo de los síntomas que manifieste el enfermo, el médico podrá recomendar otro tipo de fármacos, por ejemplo, si hay alteraciones del sueño algún hipnótico o antidepresivo, si existe psicosis, fármacos antipsicóticos.

Sin embargo, la familia debe conocer que los fármacos antipsicóticos, que se emplean para el tratamiento de síntomas como alucinaciones, delirios y agresividad extrema, se asocian a más riesgo de muerte, por lo que en primer lugar el profesional recomendará implementar terapias no farmacológicas.

Por último, comentar sobre los complementos nutricionales y vitaminas que tanto interesan a aquellos que buscan tratamientos naturales para el alzhéimer.

Lamentablemente, por el momento no hay nada que parezca revertir el curso de la enfermedad una vez se ha instaurado. Aunque no hay nada definitivo, en el alzhéimer parece tener más influencia aquello que hemos comido durante toda nuestra vida que la dieta que desarrollemos una vez la enfermedad ya es sintomática. 

Se han hecho algunos ensayos clínicos, muy cuestionados, con dietas y otras intervenciones en el estilo de vida, muy estrictas, que parecen llevar a cierta mejoría. Sin embargo, ni el número de participantes ni el diseño de la investigación permiten afirmar que funcionan.

De manera general se recomienda que el enfermo lleve una dieta equilibrada, rica en alimentos con efecto antioxidante y de que tenga especial cuidado en mantener niveles saludables de vitamina E y vitaminas B.

 

TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO DEL ALZHEIMER

Una de las respuestas claves a cómo tratar el Alzheimer está en el tratamiento no farmacológico. Estas terapias se realizan sin la intervención de agentes químicos y es lo más cercano que hay a un tratamiento natural para el Alzheimer.

Consisten generalmente en actividades dirigidas a mantener el funcionamiento físico y cognitivo. Tal vez las más conocidas sean la estimulación cognitiva tradicional y la fisioterapia, pero en realidad existen decenas de opciones.

Por ejemplo, existe la terapia con mascotas, la logopedia, la wiiterapia, la roboterapia, la terapia con realidad virtual. Actividades todas que buscan mantener activo al enfermo. 

Las terapias no farmacológicas deben incorporarse como parte de la rutina del enfermo.

La familia o el enfermo interesados en el tratamiento no farmacológico del alzhéimer, pueden acercarse a una asociación de familiares a buscar información específica. En muchos casos la propia asociación ofrece el servicio o podrá orientar sobre los profesionales especializados en estas terapias.

Igualmente, recordar que la estimulación del funcionamiento mental del paciente de alzhéimer no se realiza solo a través de esas actividades, sino que en las actividades del día a día son una excelente oportunidad.

 

¿QUÉ HACER EN FASES AVANZADAS DE ALZHEIMER?

Seguramente al llegar a este punto del artículo se puede pensar que todas las opciones de tratamiento están orientadas a personas en fase leve-moderada de Alzheimer.

Y si bien es verdad que existen más opciones para esas etapas del Alzheimer, también es cierto que para fases más avanzadas hay alternativas.

Cambian los objetivos prioritarios: si al inicio lo esfuerzos van dirigidos a enlentecer el deterioro cognitivo, en fases avanzadas, donde ya esos procesos están muy dañados, el objetivo terapéutico va más orientado a mantener la marcha, la deglución y evitar las consecuencias de la inmovilidad cuando esta sobreviene.

En fase avanzada cobra mayor relevancia el masaje (se ha observado que el masaje de las manos ayuda a calmar al enfermo), las movilizaciones pasivas y la música, una aliada incondicional hasta el final.

No podemos terminar el artículo sin mencionar el afecto, la mejor herramienta terapéutica con la que contamos los seres humanos.

Nada podrá nunca sustituir el bienestar que genera un abrazo o una caricia, la visita de un hijo o una hija, incluso los saltos de esa mascota que le ha acompañado durante tantos años. Demos afecto, que será una de las mejores medicinas.

 

 

Dunia Chappotin

Fuente: www.infotiti.com