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Un fármaco para la diabetes mejora la memoria en ratones con alzhéimer

 

La enfermedad del Alzheimer sigue siendo uno de los grandes campos de batalla dentro del mundo de la medicina por lo que cualquier avance, por pequeño que sea, es siempre bastante sonoro. La cuestión es que esta vez el descubrimiento del que vamos a hablarte de «pequeño» tiene poco.

Investigadores de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) han dado con un fármaco, actualmente destinado para tratar la diabetes tipo 2, que es capaz de revertir de forma «significativa» la pérdida de memoria asociada a la enfermedad del Alzheimer. Por el momento las pruebas se han realizado en ratones, en los que se han obtenido tan esperanzadores resultados para una enfermedad neurodegenerativa que actualmente padecen unos 30 millones de personas, siendo la forma más común de demencia.

Para la investigación, publicada en Brain Research, se manipuló genéticamente a los ratones para que portaran alguno de los genes responsables de un tipo hereditario de Alzheimer en humanos. Una vez estos animales desarrollaron la enfermedad (con muchos de los síntomas asociados, incluido la memoria comprometida y la dificultad para aprender), fueron tratados con un fármaco con actividad «triple agonista» destinado actualmente para el tratamiento de la diabetes. Este fármaco combina un péptido similar al glucagón tipo 1 (GPL-1), el polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y el glucagón, capaz de actuar reduciendo las placas beta-amiloides en el cerebro (que se han relacionado con el Alzheimer) y la inflamación a la vez que ralentiza la tasa de degradación de las células nerviosas.

¿El resultado? Estos roedores experimentaron una mejora muy significativa en su capacidad de memorización y aprendizaje.El tratamiento con este medicamento consiguió significativas mejorías en la capacidad de memorización y aprendizaje de los ratones con alzhéimer y, además, se observó que aumentaron los niveles de un factor de crecimiento cerebral que preserva la funcionalidad de las neuronas, que disminuyeron tanto la cantidad de proteína beta-amiloide en el cerebro, como la inflamación crónica y el estrés oxidativo, y se enlenteció notablemente la tasa de pérdida neuronal.

 

La diabetes tipo 2 se asocia a la progresión del alzhéimer

La diabetes tipo 2 se considera uno de los factores de riesgo implicados en la aparición del alzhéimer, y también en su progresión, según los resultados de numerosos estudios científicos, que han demostrado que cuando el organismo no es capaz de producir o usar correctamente la insulina se produce un proceso degenerativo cerebral que es común al alzhéimer y a la diabetes. Y se ha comprobado, además, una mayor resistencia a la insulina en el cerebro de los pacientes con alzhéimer.

Los autores de la nueva investigación decidieron probar un fármaco que tiene actividad triple agonista y combina tres factores de crecimiento –el péptido similar al glucagón tipo 1 (GPL-1), el polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y el glucagón–, con el objetivo de que protegiera la neurodegeneración cerebral de los ratones por diferentes vías, ya que se sabe que el cerebro de las personas con alzhéimer muestra una significativa deficiencia en la señalización de factores de crecimiento.

Los beneficios de este tipo de fármacos con actividad triple agonista solo se han demostrado en ratones pero, como afirma Christian Holscher, director del estudio, sus hallazgos demuestran el potencial de este fármaco para el tratamiento del alzhéimer, aunque todavía es necesario realizar nuevas investigaciones para determinar la dosis-respuesta, y compararlo con otros medicamentos para confirmar que este nuevo tratamiento supera a otros.

El tratamiento supone «una clara promesa para ser desarrollado como un nuevo tratamiento para los trastornos neurodegenerativos crónicos como la enfermedad de Alzheimer», explica el profesor Christian Holscher, encargado de este revelador estudio, publicado ya en la revista científica Brain Research.

Por el momento el tratamiento solo se ha demostrado en estos primeros ensayos con ratones, por lo que se necesita de más investigación (que seguro que llegará) para dar el salto a pruebas con seres humanos. Aún así el hallazgo no podría ser más prometedor.

 

Varias Fuentes: Engadget, webconsultashealthcare i diariouno