Investigadores de la Universidad de Bochum (Alemania) han desarrollado un sensor inmunoinfrarrojo que es capaz de identificar los signos de la enfermedad de Alzheimer en la sangre hasta 17 años antes de que aparezcan los primeros síntomas clínicos. El artículo, publicado en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, este sensor detecta el mal plegamiento del biomarcador proteico beta-amiloide, plegamiento que provoca las placas de amiloide.
Las muestras de sangre se tomaron entre 2000 y 2002 y se congelaron. En ese momento, los participantes en la prueba tenían entre 50 y 75 años y aún no se les había diagnosticado la enfermedad de Alzheimer. Para el estudio actual, se seleccionaron 68 participantes a los que se les había diagnosticado la enfermedad de Alzheimer durante los 17 años de seguimiento y se compararon con 240 sujetos de control sin ese diagnóstico.
El sensor inmunoinfrarrojo fue capaz de identificar a los 68 sujetos de prueba que posteriormente desarrollaron la enfermedad de Alzheimer con un alto grado de precisión. Los investigadores examinaron otros biomarcadores con la tecnología complementaria y altamente sensible de SIMOA, concretamente el biomarcador P-tau181. Sin embargo, determinaron, a diferencia de la fase clínica, que este marcador no es adecuado para la fase temprana sin síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
Así, comprobaron que la concentración de la proteína de la fibra glial (GFAP) puede indicar la enfermedad hasta 17 años antes de la fase clínica, aunque lo hace con mucha menos precisión que el sensor inmunoinfrarrojo. Pero, al combinar el mal plegamiento de beta amiloide y la concentración de GFAP, los investigadores pudieron aumentar aún más la precisión de la prueba en la fase asintomática.